Las remesas que envían los alrededor de 200 millones de trabajadores
migrantes a sus familias se prevé que sumen este año más de medio billón de dólares, 20 mil millones más que en 2018, informó Gilbert F. Houngbo, presidente del FIDA.
Los 550 mil millones de dólares de este año son más de tres veces el monto de la asistencia oficial al desarrollo y superan a la inversión extranjera directa, añadió el presidente del Fondo Internacional del Desarrollo Agrícola (FIDA).
Las remesas, destacó, representan sólo 15 por ciento de los ingresos de los 200 millones de trabajadores migrantes, pues el restante 85 por ciento se queda en los países donde este tipo de trabajadores labora.
Se estima que los envíos van en promedio de los 200 a los 300 dólares en cada ocasión, y apoyan la atención de las necesidades de unos 800 millones de personas.
La mitad, alrededor de un cuarto de billón de dólares, va a zonas rurales, añadió con ocasión del Día Internacional de las Remeses Familiares, que se celebra este domingo 16 de junio.
Precisó que de mantenerse las tendencias actuales, 8.5 billones de dólares en remesas se transferirán a las familias en los países en desarrollo para 2030, de los cuales una cuarta parte se ahorrará o se invertirá.