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El sistema penal actual para adolescentes en México se ha apoyado en el
trabajo de fundaciones y asociaciones como Reintegra.
 
Ciudad de México a 17 de junio del 2019.- La sociedades del mundo necesitan que los niveles de inseguridad sean bajos e idealmente inexistentes para poder desarrollarse, producirse, educarse y subsistir de manera óptima, ¿Qué ocurre en México? Casas, Bares, cafeterías, taquerías, restaurantes, cadenas de comida y transporte público, no están a salvo de la inseguridad en la Ciudad de México. Tan sólo en el mes de abril del año en curso se reportaron 20,035 delitos desde asaltos hasta homicidios.1
 
De acuerdo a los datos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, son tres alcaldías las más propensas a los actos delictivos: Cuauhtémoc con el 95%; Benito Juárez con el 64.5% e Iztacalco con un 39%. Estas cifras podrían verse reducidas si el fenómeno de la violencia se atendiera desde el origen, es decir, en la adolescencia de aquellos quienes son más vulnerables a delinquir. 
 
“Durante 35 años de trabajo en México, en Fundación Reintegra hemos encontrado que la causa principal de que estos actos ocurran, además de la impunidad, es la normalización del delito. Los adolescentes con los que trabajamos y la mayoría de los que se han visto involucrados en el sistema de justicia penal en todo el país, tienen muchas cosas en común: vienen de comunidades de escasos recursos, no necesariamente de pobreza extrema, casi todos tienen algún familiar que estuvo en prisión, violencia en la escuela y pocas oportunidades para la educación formal o la capacitación en algún oficio técnico y por supuesto consumo de sustancias psicoactivas.” Dijo Rafael López Director de Operaciones de Fundación Reintegra.
 
Aún hay mucho trabajo que hacer, como sociedad tenemos una enorme responsabilidad respecto de las y los adolescentes en conflicto con la ley penal, debemos orientar los esfuerzos a garantizarles mejores oportunidades de estudio y empleo, considerar sus inquietudes y áreas de interés con el objetivo de alejarlos de las actividades delictivas e impulsar su desarrollo físico y emocional.  
 
El sistema penal para adolescentes en México debería apoyarse en el trabajo de fundaciones y asociaciones como Reintegra que diseña e implementa programas de reinserción social de forma integral ya que las causas que intervienen en que una niña, niño o adolescente delinca son multifactoriales. 
 
Aunado al trabajo individual, el de las familias, los sistemas escolarizados y el sistema penal,  es fundamental que se generen políticas públicas y programas que promuevan el desarrollo de las capacidades de nuestras niñas, niños y adolescentes.