La mitocondria, considerada como la central energética de la célula, es un blanco de terapias hormonales para tratar la menopausia, etapa en que disminuye la producción de estrógenos en las mujeres.

Los estrógenos son un grupo de hormonas relacionadas con el adecuado funcionamiento de la mitocondria, lo que ha motivado el diseño de terapias basadas en la ingesta de hormonas para revertir los efectos de la menopausia. Sin embargo, estas hormonas pueden desencadenar efectos opuestos que repercuten en toda la célula.

¿Cómo lograr que los tratamientos de la menopausia vayan dirigidos únicamente a la mitocondria? La doctora Carolina Álvarez Delgado, especialista del Departamento de Innovación Biomédica del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE), trabaja en la caracterización de receptores estrógenos mitocondriales que permita el diseño de tratamientos dirigidos.

“El estrógeno más común es el estradiol. Estas hormonas, para tener su efecto en el cuerpo, necesitan actuar a través de unas proteínas que son los receptores, entonces la hormona lleva el mensaje, el receptor recibe el mensaje e inicia una cascada de señalizaciones celulares para tener un efecto que puede hacer que la célula crezca y prolifere”, explicó en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt.

Añadió que se ha comprobado que la salud de la mitocondria está relacionada con la cantidad de estrógenos circulando en el cuerpo, específicamente del estradiol, que es un promotor de la función mitocondrial.

El diseño de un tratamiento dirigido para la menopausia es solo un ejemplo de las potenciales aplicaciones que tiene el estudio de receptores estrógenos mitocondriales.