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Con el objetivo de conseguir recursos para su implementación y en un esfuerzo que busca capacitar a investigadores mexicanos para emprender empresas con
base en sus desarrollos tecnológicos, se celebró un Shark Tank de tecnología en el marco del Foro Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación 2018.
 
Shark Tank  es una agresiva dinámica de emprendimiento, que se deriva de un programa televisivo del mismo nombre, donde empresarios presentan en apenas unos minutos sus proyectos a los "tiburones" —que son un grupo de inversionistas— para convencerlos sobre la rentabilidad y futuro comercial de sus ideas. 
Bajo esta dinámica, tres investigadores provenientes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Universidad de Papaloapan y el Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica (Ipicyt) presentaron sus desarrollos ante tres expertos en emprendimiento de base tecnológica, quienes además de cuestionarlos, los orientaron sobre su modelo de negocios.
 
El primer investigador en someter a escrutinio de los 'tiburones' Melissa Flores Quiroga, Pedro López y Emilio Sacristán Rock fue el doctor José René Rangel Méndez, quien presentó una propuesta para la implementación de una planta de tratamiento para aguas contaminadas con hidrocarburos.
El investigador, adscrito al Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), dijo que ya cuentan con un prototipo de planta y que incluso ya han transferido (vendido) su propuesta.
Sin embargo, se encuentran en busca de recursos para la construcción de más plantas, pues estas se diseñan a la medida de las necesidades de los cuerpos de agua a tratar.
 
"Nuestra intención es vender las plantas y asesorar al comprador en su armado; no obstante, la parte innovadora en comparación con las que ya existen es que para cada planta que diseñemos y pongamos en marcha implementaremos un proyecto para determinar la química del agua, es decir, un estudio de sus características y un proyecto tecnológico con base en ciencia de materiales para identificar los más efectivos, según las características del agua a tratar".
El segundo proyecto que se sometió a la evaluación de los expertos fue el denominado PAS, un nuevo material creado a partir de papel reciclado, cenizas del bagazo de caña, unicel y aglutinante que permite sustituir el uso de concreto en la construcción de viviendas y que es 20 por ciento más económico.
La responsable de presentarse ante los 'tiburones' fue la doctora Martha Poisot Vázquez, investigadora de la Universidad de Papaloapan, quien explicó que su desarrollo tecnológico es más ligero y mucho más resistente que el concreto y que al ser creado a partir de materiales reciclados es ecoeficiente.
"Hemos sometido esta tecnología a pruebas de eficiencia energética. Para ello, construimos un prototipo de habitación y medimos su capacidad para aislar temperatura, obteniendo grandes niveles de eficiencia".
La investigadora añadió que para esta tecnología cuentan ya con una patente tramitada en 2015 bajo una modalidad que les permitirá comercializarla inicialmente en México; sin embargo, a sugerencia de los expertos, buscarán un nuevo esquema de patente que les permita expandirse al mercado internacional.
 
Diagnóstico temprano del pie diabético
El tercer proyecto, a cargo del doctor Enrique Castro Campos, está dirigido al sector gubernamental, pues se trata de un tapete que permite diagnosticar el pie diabético en una etapa temprana de desarrollo y que funciona con base en un sistema de imagen clínica captada en el espectro de luz infrarrojo lejano.
"Queremos que esta tecnología llegue a los hospitales nacionales para reducir inicialmente en 10 por ciento las amputaciones a consecuencia de complicaciones del pie diabético".
El potencial, de acuerdo con el investigador, es muy grande toda vez que uno de cada ocho pacientes con diabetes presentará úlceras en el pie. De esas personas, se estima que 44 por ciento muere en los próximos cinco años tras presentar la lesión.
Asimismo, dijo que una de cada 40 personas con pie diabético será objeto de una amputación y que 32 por ciento de esas personas morirá tras un año de la cirugía.
"Actualmente estamos a punto de arrancar un ensayo clínico en colaboración con el Instituto Nacional de Nutrición para obtener información que nos permita medir el impacto al gasto en salud —reducción de cirugía de amputación— al implementar nuestro desarrollo.
Al término de las presentaciones, la doctora Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del Conacyt, dijo que este tipo de ejercicios se alinean a uno de los principales objetivos de la administración del doctor Enrique Cabrero, que consiste en acercar el desarrollo tecnológico a la solución de problemas nacionales y a la sociedad.