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Naucalpan, Méx.- La Asociación de Colonos de Ciudad Satélite, se ha convertido
en rehén de un pequeño grupo que ha mantenido el control político y económico de esa asociación durante varios años. Hoy con la nueva dirigencia se espera que ésto cambie de manera definitiva  en beneficio de sus agremiados.
 
Aseguró en entrevista, Galo Blanco Mateos, miembro de la Comisión de Honor y Justicia de dicha asociación, luego de asegurar que “hay que reconocer que muchos dirigentes (Armando Bravo, Mexqueiro, entre otros) no han servido para nada a la asociación, al contrario, se han servido de ella y con cuchara grande”.
 
Y continúa que hoy  la nueva Mesa Directiva de la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite se comprometió a colaborar con el Gobierno de Naucalpan para lograr la prosperidad del fraccionamiento, al tiempo que destacó a la clase media como el motor de desarrollo del municipio.
En el Centro Cívico de Ciudad Satélite, los nuevos integrantes de la representación vecinal rindieron protesta ante la Presidenta Municipal, Patricia Durán Reveles.
 
 
La Mesa Directiva está conformada por la Presidenta, Beatriz Gómez Pedraza, el Primer Vicepresidente, Eduardo Soto, la Segunda Vicepresidente, Martha Gutiérrez, la Secretaria, Patricia Romero, y la Tesorera, Matilde Sánchez.
 
 
Cabe recordar que aún no se ha resuelto la situación de poco más de  5 millones de pesos, que se encuentran “congelados” en una cuenta bancaria, pero que de una u otra manera, tendrán que ser devueltos a las arcas de esa asociación de colonos.
 
Actualmente, la Asociación de Colonos de Ciudad Satélite (ACCS) es gestora e intermediaria entre los ciudadanos y gobernantes, pero hasta 1980 administró los servicios públicos, controlaba el transporte interno con vehículos propios, además de los permisos para el comercio, ambulantaje y centros nocturnos, así como de otros giros rojos. Todo ello siempre con independencia de las autoridades de los tres niveles de Gobierno.
 
Por esta razón, diversos grupos incluso partidos políticos se disputan el control político y económico de lo que fue la primera asociación vecinal del país en 1960 y una de las más importantes de Latinoamérica