SANTANERA

Las voces y la música de dos grandes agrupaciones, la OFUNAM y la Única Internacional Sonora Santanera se unieron el sábado por primera vez en su historia para hacer que varias generaciones de personas, sin pudor, convirtieran en un salón de baile los pasillos de la Sala Nezahualcóyotl.

Fue una velada nostálgica, llena de éxitos y de espléndida música; de animosidad que contagió lo mismo a los ejecutantes que, despojados de solemnidad, se divirtieron y gozaron con la catarsis popular, que al público que se levantó de sus asientos para lucir sus mejores pasos de baile, y derrochar sensualidad y cadencia.

Rodrigo Macías fue la batuta huésped de la Filarmónica universitaria, que temporada con temporada sorprende a su público con recitales en los que mezcla el virtuosismo de sus músicos y dotaciones musicales con ritmos populares, en este caso el del bolero tropical que llenó de bohemia la jornada.

La cita fue a beneficio del Instituto Nacional de Cancerología pero también fue un tributo a los que ya no están, a todos los “santaneros” que dejaron la vida en esa institución de la música mexicana, que inició así los festejos por los 60 años de trayectoria que celebran este 2015.

“Es un sueño cumplido”, afirmó Arturo Ortiz, director del guapachoso conjunto, que hizo desfilar por el escenario a emblemáticos personajes enraizados en la cultura musical, desde “La boa” hasta “El mudo”, pasando por el “Amor de cabaret” y la suave fragancia del “Perfume de gardenias”.

Con espléndidos arreglos del costarricense Bernardo Quezada, la noche arrancó con los acordes enriquecidos de “La Boa”, pieza seguida por “Mi adiós”, “Perfume de gardenias”, “El mudo”, “Estoy pensando en ti” e “Hilos de plata”, arrancando las contenidas ovaciones del público.

Con “Pequeño” fue recordado uno de los integrantes de la Sonora que fundara Carlos Colorado (1935-1986); para luego ofrecer el estreno en México de “Noche inolvidable”. “Mi razón” y “Musita”, cerrarían la primera parte, ante un público pletórico de recuerdos.

Tras una pausa breve vino una segunda parte más frenética, pues tras escuchar temas como “Sombrita de cocales”, “Congoja” y “Urge” el público por fin rompió por completo la solemnidad y se levantó a bailar en los pasillos de la que es considerada una de las mejores salas de concierto de América Latina.

“Bómboro quiña quiña” fue el llamado a la rebeldía y azuzados por uno de los solistas, al menos un centenar de personas de todas las edades, parejas disparejas, lo mismo cabecitas blancas que duetos femeninos, tomaron el espacio que separa las primeras butacas del escenario para bailar “Luces de Nueva York”.

“Amor de cabaret”, “Tita” y “¿Dónde estás Yolanda?” transformaron el espacio en un gran salón de baile; las luces de la sala recorrieron cada zona de pasillos, permitiendo apreciar por doquier parejas de entusiastas y románticos bailarines, algunos recordando épocas pasadas, otros, emulando con gracia un baile que no les pertenecía pero que disfrutaban por igual.

El mayor de los homenajes fue para todos los integrantes que han dejado su legado en la agrupación, desde su fundador Carlos Colorado, pasando por los emblemáticos Juan Bustos y Silvestre Mercado, entre otros, a quienes dedicaron el tema “A muchos años”, que habla de la fortaleza de una agrupación que desde hace seis décadas goza del cariño del público de varias generaciones.

Los aplausos no pararon y con el beneplácito de Rodrigo Macías y la disposición de los filarmónicos, que a lo largo de la noche dieron muestra no sólo de virtuosismo sino de vistosas coreografías, vino un ‘encore’ con “La Boa” y “Perfume de gardenias”, dos de los temas más aplaudidos de la noche.

Una noche llena de buena música y generosas interpretaciones por parte de ambas agrupaciones, que aunque diferentes en su formación, estuvieron armoniosamente unidas por la universalidad de la música y por su causa, donar fondos para el Instituto Nacional de Cancerología (Incan).

El exitoso recital fue organizado por el Patronato y la Sociedad de Amigos de la OFUNAM y el Patronato del Instituto Nacional de Cancerología.