Fiscales de Nueva York emitieron hoy una orden de comparecencia para el exabogado personal del presidente Donald Trump, Michael Cohen, como parte de
una investigación sobre posibles violaciones a la ley cometidas mediante la Fundación Trump.
La orden de comparecencia sucedió luego de que el martes Cohen se declarara culpable de los ochos cargos criminales que le imputaron en una investigación separada sobre sus actividades como empresario y como asistente personal del presidente.
“Se ha emitido una citación judicial a Michael Cohen para obtener información relevante a la luz de las divulgaciones públicas hechas ayer”, declaró James Gazzale, vocero del Departamento de Impuestos y Finanzas del estado de Nueva York, al canal CNBC.
De acuerdo con CNBC, lo que descubra el Departamento de Impuestos a través de su investigación será remitido a la Oficina de la fiscal general del estado de Nueva York para el proceso que sigue contra la Fundación Trump.
Cohen se declaró el martes culpable de cinco cargos de fraude fiscal y bancario, así como de dos cargos relacionados con violaciones a las leyes de financiamiento de campaña. Cohen declaró que actuó bajo la dirección del actual presidente.
Iniciada en junio pasado por la fiscalía general del estado de Nueva York, la investigación contra la Fundación Trump y su junta directiva busca determinar supuestas “violaciones extensas y persistente a las leyes estatales y federales” que regulan las organizaciones de beneficencia.
Ingresada en la Suprema Corte de Nueva York, la demanda es dirigida contra el presidente Trump y contra tres de sus hijos, Donald, Eric e Ivanka, quienes conforman la junta directiva de la fundación.
Las presuntas violaciones consistieron en “transacciones repetidas y deliberadas en beneficio de los intereses personales y comerciales de Trump, y en violaciones de obligaciones legales básicas para fundaciones sin fines de lucro”, según la fiscalía.
La fiscal general Barbara Underwood, busca también obtener una restitución de 2.8 millones de dólares, que es el monto supuestamente proporcionado por la fundación para influir en las elecciones presidenciales de 2016.
La demanda argumenta además que Trump utilizó los activos de la Fundación Trump “para pagar sus obligaciones legales, para promocionar hoteles Trump y otras empresas, y para comprar artículos personales”.