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Una investigación publicada en el periódico “El Universal” intenta desentrañar si existe una red de trata de personas que recluta chicas con la promesa de hacerlas famosas.


Los asesinatos en Ciudad de México de la argentina Karen Ailen Grodzinski y la venezolana Génesis Uliannys Gibson, quienes trabajaban como modelos y escorts (acompañantes), encendieron nuevamente las alarmas. Karen y Génesis, de 23 y 24 años, fueron asesinadas en hoteles con pocos días de diferencia. La segunda el pasado 17 de noviembre.

Justamente fue Karen, la argentina, quien denunció la muerte y la que casi un mes y medio después, el 27 de diciembre, correría la misma suerte que la venezolana.


Denunció Karen que “La familia Santoyo Cervantes” fue quien trajo a ambas mujeres a México y también quienes pusieron a trabajar como escorts en el portal divas.com.mx .


Ambas mujeres vivieron juntas en un departamento de la colonia Narvarte y se hicieron amigas. Karen fue la primera que denunció en redes sociales la desaparición de Génesis en Puebla, el 16 de noviembre, y quien identificó su cuerpo luego de aparecer asesinada en la habitación 107 un hotel, ubicado en la delegación Venustiano Carranza de la Ciudad de México.


También fue la joven argentina quien se comunicó con la familia de Génesis para informar sobre su asesinato. Poco después, a los 40 días, Karen también fue asesinada y su cuerpo encontrado en una habitación de otro hotel, localizado en la avenida Revolución de la CDMX.


A partir de estos hechos, reveló el diario El Universal que desde 2006 las autoridades investigan una red de tráfico de mujeres que opera desde Argentina a través de un hombre identificado como “El Caputo”, que tiene conexión en México con la supuesta “Familia Santoyo Cervantes” y cinco páginas de internet que ya investigan las autoridades de México.


De acuerdo con algunos testimonio, esta “Familia” es la encargado de seleccionar a las chicas para el mercado mexicano y colocarlas en ciudades como Los Cabos, Cancún, Monterrey y Tijuana.

Reveló El Universal que El operador original en México está identificado como Sonny. Pero, según las autoridades consultadas, él ya está retirado y ahora el "negocio" lo manejan sus hijos y sobrinos.


Al parecer esta red "engancha" a mujeres de países de Sudamérica y las lleva a México con la promesa de hacerlas actrices de televisión e incluso introducirlas al mercado laboral de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, les hacen creer que las entrenarán para su carrera artística por un costo que podrán pagar al trabajar como acompañantes.


Por su trabajo, los administradores de estas páginas reciben aproximadamente $10,000 pesos mensuales al cobrar cada cita $450 USD en promedio, pero las chicas sólo reciben $75 dólares.


A pesar de las sospechas, la autoridad no ha podido proceder en contra de estos sitios porque no hay denuncias.

Sin embargo, las investigaciones permiten que estas páginas, que operan en la Ciudad de México, estén plenamente identificadas, aunque funcionan con direcciones de IP de España y otros países de Sudamérica. "Casi siempre dicen que están bien o que es consensuado, porque no saben que es un delito", afirmó un funcionario no identificado al diario El Universal.


Si las mujeres denunciaran, afirmó, las autoridades podrían actuar en contra de estas redes, incluso en el extranjero, a través de la Interpol.