web-41-Cabify-Uber
La Presidenta de la Comisión de Movilidad de COPARMEX Ciudad de México, Maite Ramos Gómez, aseguró que la regulación emitida por el Gobierno de la CDMX  al
transporte privado que se brinda a través de aplicaciones móviles no contribuye a mejorar la calidad del servicio, ni a garantizar la seguridad de los usuarios, sino que se trata darle marcha atrás a las propuestas tecnológicas que estas empresas utilizan para brindar un servicio de transporte.
 
En este sentido, la empresaria solicitará al Gobierno de la Ciudad de México que se realicen mesas de trabajo en las que se discuta las nuevas regulaciones que la Secretaría de Movilidad (Semovi) impuso para el transporte privado de pasajeros a través de aplicaciones para teléfonos móviles.
 
De acuerdo con Ramos Gómez, las disposiciones publicadas en la Gaceta oficial del 18 de agosto -entre las que se les pide colocar un taxímetro a las unidades de Uber y Cabify- no contribuyen a mejorar la calidad del servicio, ni a velar por la seguridad de los usuarios de este modo de transporte.
 
“Estamos hablando que el Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría de Movilidad, está pidiendo que las nuevas tecnologías aplicadas al transporte público se regresen 15 años, pues pide que los automóviles de Uber y Cabify implementen taxímetros que se rigen por la Ley Federal sobre Metrología y Normalización que se basa en una Norma Oficial Mexicana que no se actualiza desde el 2003”, aseguró Ramos Gómez.
 
La empresaria aseguró que estas plataformas de transporte ya cuentan con mediciones de distancia, tiempo, tarifa -permitida por el Gobierno de la Ciudad a través de su regulación en la Ley de Movilidad- un GPS y hasta la posibilidad de compartir el viaje con cualquier persona por lo que las nuevas disposiciones de la SEMOVI son una sobre regulación que no abona en nada a mejorar el transporte que actualmente se brinda a través de este medio.
 
“Si sacas y publicas en un viernes como lo hizo el Gobierno de la Ciudad de México y que el enfoque no sea ni la seguridad del usuario o garantizar la economía de mercado, sino que el objetivo sea medir por medir con las reglas del propio Gobierno, entonces nos están comunicando que las autoridades no están dispuestas ajustar sus normatividades a las nuevas formas de movilidad, a las nuevas tecnologías, sino que quieren que esta modernización del transporte se detenga y se aplique a sus reglas de hace 15 años”, dijo.
 
En este sentido, Ramos Gómez pidió a las autoridades que mejor se busquen esquemas de ayuda a los taxistas -utilizando el Fondo para el Taxi, la Movilidad y el Peatón -en el que tan sólo Uber ha reportado 270 millones de pesos- y no regulaciones que no beneficiarán a los usuarios de estos modos de transporte en la Ciudad de México.