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Grupos financieros anticipan una importante disminución en la inflación anual en México durante la primera quincena de enero, ante un menor impacto de los precios de las gasolinas con respecto al mismo periodo de 2017.


Sobre la inflación en la primera quincena de enero, a conocerse el miércoles próximo, estiman un incremento promedio de 0.27 por ciento, debido al alza en precios de energéticos, alimentos procesados y servicios educativos, contrarrestado en parte por la baja de precios algunos productos agrícolas.
Con ello, la inflación a tasa anual se ubicaría en 5.54 por ciento, cifra menor a la de 6.85 por ciento registrada en la segunda quincena de diciembre pasado y por debajo del 6.77 por ciento observado al cierre del 2017, la más alta en 17 años, agregan.
En sus análisis semanales, coinciden en que la importante reducción de la inflación general en su comparación anual se debe a un menor impacto de los energéticos, pues se habrá disipado el impacto que tuvo la liberalización de los precios de las gasolinas en enero de 2017.
Citibanamex anticipa una inflación relativamente baja en la primera quincena de este año, de solo 0.21 por ciento, debido a un fuerte descenso estimado en los precios de frutas y verduras, de 4.05 por ciento, el cual en parte responde a factores estacionales.
Estima que el descenso previsto en la inflación anual, a 5.48 por ciento en la primera mitad de enero desde 6.85 por ciento en la segunda quincena de diciembre, se debe en mayor medida a que se habrá disipado el impacto que tuvo la liberalización de los precios de energía en enero de 2017, pues el alza anual en este rubro bajaría a 5.5 por ciento desde 17.9 por ciento en la quincena previa.
Santander prevé que durante la primera quincena de enero los precios al consumidor registren un incremento de 0.31 por ciento, lo que llevaría a una tasa anual de 5.58 por ciento desde 6.85 por ciento en la segunda quincena de diciembre.
En los primeros 15 días del año, la institución financiera observa presiones de alza en precios de energéticos (gasolina y gas), precios de alimentos procesados y servicios de educación, así como a la baja precios de algunos productos agrícolas.
Banorte pronostica una inflación de 0.29 por ciento en la inflación correspondiente a la primera quincena de enero, la cual se explicará principalmente por incrementos en los precios de los alimentos procesados, así como por un aumento en el precio de la gasolina.
Sin embargo, estas alzas estarán mitigadas por menores presiones en los precios de frutas y verduras, así como de tarifas aéreas y servicios turísticos, agrega el grupo financiero en su reporte semanal.
Espera que la inflación sea 122 puntos base (1.22 por ciento) menor a la observada en el mismo periodo de 2017, de 1.51 por ciento, como resultado de 117 puntos base derivado de un menor impacto de los energéticos (123 puntos base contra seis puntos base en 2017).
Además, de seis puntos base provenientes de una mayor contribución de frutas y verduras; seis puntos base menos derivados de un menor impacto de los precios regulados por el gobierno; y cinco puntos base a la baja por un menor impacto de otros bienes.
Con estos resultados, agrega Banorte, la inflación anual se ubicará en 5.57 por ciento anual en la primera quincena de enero, por debajo del 6.77 por ciento observado al cierre del 2017.
Recordó que la disminución en la comparación anual se debe a un efecto de base, ya que el incremento del año previo de los precios de los energéticos fue muy elevado.
Hacia delante, adelantó, estará atento a la evolución de los precios de los bienes agropecuarios y energéticos considerando el impacto que puedan tener sobre el comportamiento del índice de precios.