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Recientemente se ha planteado que las emociones juegan un papel fundamental en el comportamiento, la toma de decisiones y los procesos cognitivos relacionados con la memoria, explicó el neurocientífico Facundo

Manes durante la charla: "La neurociencia: las claves de la mente", que se realizó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara que concluye hoy domingo.

“El primero en plantear que había una correlación entre las emociones y nuestro comportamiento fue (Charles) Darwin. Se dio cuenta que teníamos emociones básicas, es decir, emociones que compartíamos con el resto de los animales como el miedo o la ira. Sin embargo, tiempo después, se observó que también hay emociones que nos separan de los animales como la vergüenza o la culpa. Estas emociones de algún modo nos separan de nuestro pasado evolutivo y nos hacen humanos”, planteó el neurólogo argentino.

El cerebro es el órgano que nos hace humanos porque interpreta los estímulos externos que recibimos a través de los sentidos y los procesa con sus 86 mil millones de neuronas, y las emociones están entrelazadas en estos procesos, explicó Manes durante la presentación de su libro: Descubriendo el Cerebro. Neurociencia para chicos (y grandes).

“La primera vez que se corroboró que las emociones modulan nuestro comportamiento fue en 1848 cuando un hombre sufrió la perforación del lóbulo frontal del cerebro (ubicado detrás de nuestra frente) con una varilla. Los científicos de la época estaban conmocionados al ver que su capacidad de hablar y hacer cálculos matemáticos seguía igual que siempre. No obstante, al transcurrir el tiempo se dieron cuenta de que cambió su personalidad; era un tipo que ya no respetaba normas sociales. Entonces los expertos se dieron cuenta de que aquella varilla había destruido sus centros emocionales”, explicó el especialista frente a un auditorio integrado mayoritariamente por adolescentes.

Otro caso que mencionó el experto fue el de un hombre que sufría convulsiones. Los científicos de la época decidieron quitarle una sección del hipocampo en donde creían estaba la lesión. Sin el hipocampo funcionando plenamente el hombre no podía generar recuerdos a largo plazo y por lo tanto no podía aprender nuevas cosas.

“A través de estos accidentes conocimos cómo funcionaba el cerebro, hoy en día, gracias a los avances en el conocimiento y la tecnología podemos estudiarlos de una forma inmediata”.

Riesgos de la tecnología
Aprovechando un auditorio compuesto por jóvenes, Manes advirtió que así como la tecnología nos permite avanzar en el descubrimiento del cerebro, también la exposición prolongada a ésta puede provocar daños. “Usar la tecnología tiene un costo cognitivo, nos provoca estrés, altera nuestras emociones, nos causa ansiedad y nos hace menos productivos. Así que los invito a dejar el celular por un rato, el potencial creativo está en todos y no dejen de estudiar porque el cerebro nunca deja de modificarse. Estudiar protege nuestro cerebro”, concluyó el doctor Manes.

Pie de foto: Hay emociones que nos separan de los animales como la vergüenza o la culpa, las cuales de algún modo nos separan de nuestro pasado evolutivo y nos hacen humanos, dijo el doctor Facundo Manes. (Foto: Mariana Dolores).