Seguramente ha escuchado hablar del amor a primera vista y para su buena o

mala suerte, especialistas revelan que este realmente existe. Al conocer a una persona que nos atrae, es posible tener sensaciones  como taquicardia, sudoración de manos o las llamadas “mariposas en el estómago”.

Este tipo de sensaciones surgen del enamoramiento, que es la primera etapa del amor, esta se presenta a cualquier edad y puede durar días, semanas e incluso años, aseguró Laura Romans Demaria, psiquiatra adscrita a los Servicios de Atención Psiquiátrica de la Secretaría de Salud.

La doctora indicó que el enamoramiento es un estado emocional caracterizado por un grupo de sensaciones positivas que se experimentan tanto a nivel mental como físico y ocurre cuando alguien tiene una fuerte atracción hacia otra persona.

Este estado particular también puede manifestarse a través de alegría, emoción y excitación cuando se está cerca de la persona o simplemente se piensa en ella.

Todo ello proviene de un complejo mecanismo fisiológico cerebral, que provoca elevación en la producción de algunos neurotransmisores como la dopamina, que al liberarse genera sensación de euforia, motivación e incremento de la energía.

Otra de las sustancias cerebrales que entran en este tipo de emoción, es la  noradrenalina, que se relaciona directamente con la respuesta fisiológica a través de  sudor, taquicardia, palpitaciones, insomnio, hiperactividad, ansiedad, disminución del apetito y otras.

Al estar enamorados, se percibe la vida de modo positivo, esto permite  sobrellevar de mejor manera las situaciones negativas que ocurren en nuestra vida cotidiana.

Explicó que el enamoramiento es un estado emocional involuntario, y cuando ocurre, el siguiente paso puede ser el establecimiento de una relación más cercana mediante el conocimiento del otro, la comunicación y la identificación de intereses, afinidades y diferencias. Así, con el tiempo, es posible establecer una relación fuerte y real.

En la etapa del amor a largo plazo intervienen a nivel cerebral otro tipo de neuromoduladores como son la oxitocina y la vasopresina,  que están relacionados con el apego y el establecimiento de vínculos, lo que se traduce en un amor más estable.

“El amor a largo plazo se da con el conocimiento del otro; la excitación y la euforia disminuyen; es un amor más apacible, donde hay calma, seguridad y una sensación de unión consolidada”, destacó.

La psiquiatra especificó que existen estudios que señalan que el amor es un factor protector contra la depresión y la ansiedad e incluso contra enfermedades cardiovasculares. “Cuando una persona establece relaciones de amor estables y duraderas con una pareja, con sus familiares o con amistades, logra mayor bienestar físico y emocional”.