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Al reconocer las expresiones pacíficas por el caso Ayotzinapa, el presidente Enrique Peña Nieto rechazó la quema del palacio municipal de la ciudad de Iguala por jóvenes normalistas el pasado miércoles, y afirmó que son actitudes violentas que atentan contra los derechos de terceros y la integridad de las instituciones.

“Es incongruente exigir la aplicación de la ley con acciones que violentan el estado de derecho como las ocurridas ayer en Iguala”, apuntó.

Durante los festejos del Día del Médico, el primer mandatario de la nación aseguró que el Estado mexicano está trabajando con determinación para esclarecer los hechos y aplicar toda la fuerza de la ley a quienes resulten culpables de secuestrar a los 43 estudiantes de la Normal Isidro Brugos el pasado 26 de septiembre.

“Créanme que el presidente de la República hace suyo este sentimiento de indignación, de rechazo y de consternación que ha provocado la desaparición de 43 jóvenes estudiantes de Ayotzinapa”, expresó.

En las instalaciones del Instituto Nacional de Cancerología en Tlalpan, el ejecutivo federal también dijo reconocer las marchas multitudinarias que se han realizado durante los últimos días, por lo que expresó su solidaridad con los familiares de las víctimas.

“Expreso mi solidaridad especialmente con los padres de las víctimas a quienes hemos atendido y dialogado”, dio a conocer.

Frente a especialistas de la medicina, dijo tener confianza en que las instituciones encargadas de la seguridad lograrán dentro de poco atrapar a los autores intelectuales y materiales de los trágicos hechos así como encontrar a las víctimas.

“Tengan la confianza que el presidente de la República (…) todos los días, todos los días estoy al pendiente de saber, de indagar, de apurar los esfuerzos del gobierno de la República para poder atender esta consternación que hay en la sociedad mexicana, insisto, la que el Presidente hace suya”, exclamó.

Cabe recordar que durante las protestas del pasado miércoles, normalistas de escuelas rurales de Guerrero quemaron con bombas molotov el palacio municipal de la ciudad de Iguala, además de saquear comercios de la zona, como la Plaza Tamarindos, supuesta propiedad del alcalde con licencia y ahora prófugo, José Luis Albarca.