Cada gobierno, implementa un régimen de control político y social, recayendo en la sociedad, quienes sufren por abusos de poder de funcionarios, sin determinar el color o las siglas.
Es común ver, un sistema represivo basado por la violencia, la intervención militar como lo fue el movimiento del 68, con Díaz Ordaz, el Halconado de Echeverría, el caso Colosio y el movimiento Zapatista con Salinas de Gortari, Ernesto Cedillo con el caso Agua Blancas a causas de movimientos paramilitares, y por ultimo la Guerra al Crimen organizado creado por Felipe Calderón, todas estrategias de control, poder y miedo, usando las instituciones de justicia además de los poderes políticos para determinar una directriz social o política.


No olvidemos también el encarcelamiento de la Quina, que fue una venganza de Salinas de Gortari, por haber apoyado al candidato opositor Cuauhtémoc Cárdenas. El periodo de Cedillo también estuvo inmerso por las venganza, como fue el encarcelamiento de Raúl Salinas, así como el ambiente envuelto con la familia Ruiz Massui, también tuvo en la mira a la líder de los Maestros, Elba Esther Gordillo, quien pudo librarla en ese tiempo, no así en la actualidad, donde ha sido encarcelada por la Procuraduría de la República, por delitos graves y de ser sentenciada pasara muchos año recluida.
Los gobiernos han manejado en diversos tiempos históricos del País, los momentos distractores y de violencia, para controlar o imponer sus intereses. ¿Quien no olvida a Cedillo, con el Chupa cabras que sirvió para calmar a una sociedad agobiada por una crisis económica?, o el caso de la gripe H1N1, generando una psicosis nacional.
El Futbol y la religión, son distractores muy socorridas por los gobernantes, recordemos el mundial de 1986, evento que ayudo a Miguel de la Madrid, para soportar la crisis generada por el sismo de 1985 y la recesión económica de ese entonces o las visitas de los diferentes Papas, en momentos estratégicos para calmar a un pueblo donde viven más de 80 porciento de católicos.
Estos distractores también sirven para aprobar leyes favoreciendo al gobierno en turno o para calmar al pueblo por el temor de levantamientos armados, como el caso del EPR, o para olvidar eventos comprometedores.
En resumen, reflexionemos como el gobierno, ya sea PAN o PRI, siempre han tenido una estrategia, mala o pésima para controlar el poder y al pueblo, garantizando la permanencia o la gobernabilidad de un sistema.