Tengo el privilegio de conocer como persona y en el ámbito laboral desde hace algunos años a Javier García Bejos, y se de su trabajo, disciplina y calidad humana, quien recientemente, en su encargo como Subsecretario de Planeación, Evaluación y Desarrollo Regional, de la Secretaria de Desarrollo Social que preside Luis Enrique Miranda Nava, ha recibido para la delegación mexicana que él encabezó, la presidencia de la Comisión
Interamericana de Desarrollo Social (CIDES), organismo que tiene como finalidad fortalecer el diálogo interamericano para apoyar la formulación de políticas y el desarrollo de acciones de cooperación en materia de desarrollo social, en particular para combatir la pobreza y la discriminación en el hemisferio; hecho que ocurrió en el marco del Consejo Interamericano para el Desarrollo Integral de la Organización de los Estados Americanos, celebrado hace algunos días en Washington.
El nombramiento para que México conduzca esta comisión no es azaroso, por el contrario, responde al trabajo que la administración que encabeza el Presidente Enrique Peña Nieto ha realizado como una constante, como por ejemplo: la disminución de la pobreza que nuestro país ha generando a través de sus políticas implementadas para tal efecto, especialmente desde hace poco más de 25 años con la creación de SEDESOL; para este 2017, es la Estrategia Nacional de Inclusión (ENI), el instrumento que el Ejecutivo Federal ha estado afinando con la finalidad de seguir su combate a uno de los lastres más lacerantes para cualquier sociedad, esta estrategia tiene como objetivo contribuir al acceso de los derechos sociales, a la reducción de las carencias y a la generación de ingresos mediante la coordinación eficiente entre las instituciones públicas de los tres órdenes de gobierno y los grupos sociales. En la ENI participan todas las dependencias cuyo trabajo incide en la calidad de vida de todos los mexicanos y sus derechos sociales: alimentación, salud, educación, seguridad social, vivienda, servicios de la vivienda e ingreso.
Además de ello, desde septiembre de 2015, México se rige por la agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible adoptada por la Asamblea General de la ONU en esa fecha, misma que plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental, y a la cual el subsecretario García Bejos se refirió en el Consejo de la OEA, como un instrumento que debe llevarse a la arena local, "en nuestro camino hacia un país más próspero, en el que debemos estar todos trabajando.
Visto de otra manera, lo realizado en México en materia de pobreza ha sido observado en otras latitudes y aquellos países hoy se muestran interesados en implementar las mismas herramientas que en la presente administración han permitido salir de la pobreza extrema en México a 2.2 millones de personas; entre estos instrumentos encontramos desde los propios programas sociales que alivian de manera directa alguna carencia, hasta la medición multidimensional de la pobreza realizada por CONEVAL y que SEDESOL ha tenido bien a seguir convirtiéndose como también lo mencionó García Bejos en: “herramientas que brindan mayor precisión a las intervenciones públicas”.