REVOCACIÓN DE MANDATO.

LO BLANCO y LO NEGRO

A propósito de que en días pasados ha surgido un nuevo debate propiciado por
el Poder Legislativo Federal y la revocación de mandato, el cual es definido como un método de democracia directa mediante el cual la ciudadanía puede remover a un funcionario, en este caso al Presidente en funciones. 
Se plantea un proyecto en el que se establece, que el proceso de revocación de mandato al Presidente de la República que puede ser convocado por el propio Ejecutivo; el 33% de los integrantes de cualquiera de las Cámaras del Legislativo o  el equivalente al 3%  de la lista nominal. Además, se estipula que la votación sobre la revocación de mandato se realizará el mismo día de la jornada electoral en la que se elegirán a las y los diputados federales y que ésta será vinculante cuando participe, al menos, el 40 por ciento del electorado y exista una mayoría absoluta.
Por ello surge la inminente necesidad de formular la pregunta siguiente: ¿la revocación de mandato es ataque o respalda a la democracia?
En este sentido, retomando el pensamiento de Norberto Bobbio, expone que las sociedades modernas buscan actualmente los mejores medios para transitar hacia un modelo de organización política en el que la democracia formal se vuelva más real, la democracia política se extienda a la sociedad y la democracia representativa se complemente con mecanismos de democracia directa. Se pretende pues, la complementación de los dos modelos -democracia representativa y directa-, aprovechando las virtudes del sistema representativo e incorporando las ventajas de la participación ciudadana, todo lo cual estructura la base de del esquema de democracia participativa.
La revocatoria del mandato constituye un derecho político a través del cual los ciudadanos dan por terminado de forma anticipada el mandato conferido a una autoridad elegida por el voto popular. Se trata entonces, de un juicio de naturaleza política que llevan a cabo los electores que pretenden dicha revocatoria, más no uno de carácter judicial.
En la visión de le revocación del mandato como un acto de autoritarismo, la figura rechaza la democracia directa y el poder emanado del pueblo en una votación directa, justificándose en el pensamiento de Erich Fromm y Theodor Adorno quienes develaron los entretelones de la personalidad autoritaria que había permitido el ascenso del fascismo en la Alemania Nazi y otras naciones después de la Primera Guerra Mundial.
También de acuerdo con el libro clásico de Fromm El miedo a la libertad, el rompimiento de las estructuras tradicionales y lazos comunitarios propio del proceso de modernización genera una angustia psicológica que empuja a los individuos más débiles a aferrarse a cualquier nueva figura de autoridad que pueda poner orden al nuevo mundo más complejo y dinámico.
En los próximos días, el Senado deberá discutir el dictamen elaborado por la Cámara de Diputados. Es su responsabilidad analizar el documento, privilegiando el carácter de control político ciudadano de este instrumento, y de fijar de manera muy clara los procedimientos para la revocación de mandato, a fin de que estimulen el buen desempeño de los funcionarios electos.
Estimado lector usted tiene la mejor opinión.