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O con franca ignorancia o tratando de engañar, el Presidente López Obrador

advirtió que habrá de derogar a la Reforma Educativa sino se ponen de acuerdo la Coordinadora de Maestros y los legisladores. Vaya se da mayor espacio y fuerza a la Coordinadora que al Sindicato. Pero en fin, se juega a la política y no se atiende las necesidades del país. Dice amlo que cada maestro tendrá el privilegio de decidir si se capacitan y si se evalúan, zas!. Por ello entendemos entre otras cosas que el secretario Esteban Moctezuma decida que los niños ya pueden copiar. Digamos que para empezar el Presidente en funciones no puede derogar o promulgar leyes sin contar con el proceso legislativo del Congreso de la Unión. Esta reforma fue impulsada por Lázaro Cárdenas. El artículo 49 de la Constitución le prohíbe al Ejecutivo Federal tomar esa decisión. Así que el Presidente tendría la obligación de hacer una corrección pública y reconocer su error y quedar como una anécdota fallida (una más) de las mañaneras. La educación no es materia de improvisaciones o de ocurrencias, menos de amenazas o advertencias. México se está quedando rezagado, nuestros niños sufriendo las consecuencias de políticos incompetentes que no ven el futuro de la nación, sino la protección de su imagen y porvenir personal. Es más se ha dado tolerancia e impunidad a aquellos que protegidos por la CNTE han cometido toda variedad de daños al patrimonio nacional, desgastado la economía, atentado contra la propiedad privada y cometido delitos como la toma de vías federales de comunicación o más grave aún, el secuestro para financiar su movimiento. Desde Vicente Fox se ofreció “vocals y computadoras”. Desde entonces los estudiantes en muchas zonas continúan sin siquiera un baño decente, menos pupitres, pizarrones y ya no se diga internet. Desde que Peña Nieto, iniciando su gestión, todavía antes de cumplir los cien días, anticipó estos cambios estructurales nacionales, la izquierda contestataria se dedicó al bloqueo, no a aportar, a sumar o construir. No se ha dado la voluntad por crecer. Pregunto, por qué a ningún sabio político se le ha ocurrido condonar los impuestos a todo aquel padre de familia que, cooperando ante la insuficiencia del Estado, paga educación privada para permitir que sus hijos no sean excluidos de la instrucción pública. Por qué en lugar de buscar un gran negocio con la transportación escolar obligatoria, no se exhiben planes y proyectos de estudio de envergadura, punta de lanza, capaces de educar el cerebro de la juventud y con eso promover el crecimiento de Mexico, ganar dignidad social y evitar caminar por los engañosos senderos del crimen organizado. Por qué los arrebatados legisladores no otorgan más presupuesto a la ciencia, la investigación y tecnología en lugar de apoyar el ingreso a las decisiones fundamentales a sujetos como Taibo II. Son y serían muchas preguntas, esas que nos formulamos años tras año, en cada ciclo escolar en donde, los sabelotodo del gobierno no se ponen de acuerdo ni para el contenido de los libros de texto gratuitos. Pero bueno, el Presidente quiere derogar, y a cambio de qué?