Impresiona cuando no indigna que los penegiristas de la llamada Cuarta Transformación acusen a la oposición y

por supuesto a la candidata presidencial Xóchitl Gálvez, quien encarna el repudio a los saldos de esta administración en materia de seguridad, y en otros más, que se lucre con el miedo al que se ha sometido al país entero porque en lugar de enfrentar a los criminales se insiste en abrazar a los autores de semejante estado de cosas. ¿Lucrar con el miedo? Es la acusación que hacen en un intento férreo e interesado de ocultar, minimizar o francamente negar que México esté peor hoy que nunca desde que en 2006 el gobierno de Felipe Calderón iniciara una guerra al crimen organizado y el narcotráfico en México.

Estos señores y señoras por supuesto hacen esfuerzos denodados por ocultar el desastre nacional que rige en México como consecuencia del embate criminal y del narcotráfico, cuyas cifras deberían más bien espantarlos, antes que convertirse en cómplices de la muerte.

Impresionan e indignan, insisto, sus señalamientos, que atienden más al interés de congraciarse con el poder en turno, y con el que creen que llegará en junio. Desatienden claro y pretenden incluso ignorar los más de 180 mil homicidios dolosos perpetrados en México bajo la virtual tregua a los criminales denominada “Abrazos y no balazos”. Estos mismos que se dicen partidarios de la 4T pretenden compartir el sufrimiento del pueblo, pero en realidad “analizan” las cosas criminales con el ánimo de justificar y endosar a otros el fracaso absoluto del gobierno de turno en la primera responsabilidad que tiene, de garantizar la vida y el patrimonio de los gobernados.

Más todavía, minimizan la tragedia que sufren miles de familias mexicanas por el asesinato, desaparición o la pérdida de sus seres queridos en hechos violentos y/o masacres ocurridas estos años ante la pasividad de las autoridades dizque responsables de impedir semejantes crímenes.  Indigna el desprecio de estos “analistas” a modo, que ensalzan a quienes deberían exigir que cumplan su responsabilidad, la primera -insisto- de cualquier gobierno aquí y en China.

¿Hay algo peor que negar por omisión -cuando no complicidad- los saldos violentos y criminales en el México de la Cuarta Transformación? ¿Cómo negarlos? Pues solo cerrando los ojos y desdeñando a las víctimas, dando la espalda a semejante dolor. Ah, pero se dicen vanguardistas, se colocan -según su delirio- en el lado correcto de la historia, progresistas y dispuestos a respaldar sin ningún reparo a quienes han fracasado en dar a México un mínimo de seguridad para garantizar la viabilidad del país. ¡Increíble!

Esto pasa cuando se niega toda evidencia y se montan en la ola política predominante para lucrar, ellos sí, con lo que a bien tengan para darles en compensación por los servicios prestados a una causa, que -insisto- es a todas luces un absoluto fracaso en el tema de seguridad pública, combate al crimen y el narcotráfico. ¡Qué pena, pero sobre todo qué bajo se venden y/o se ofertan!

Roberto Cienfuegos J.

@RoCienfuegos1