A la luz de lo que estamos viviendo en México, cabe preguntarnos; ¿estamos en condiciones de tener un proceso electoral?

Y lo digo sin ánimo de demeritar una elección marcada como histórica, pero, que ya de entrada ha resultado costosa en muchos sentidos , ha resultado cara en lo económico, tan solo el último debate nos costó casi trece millones de pesos, un debate insulso que no nos dejó absolutamente nada, salvo memes.

Cara socialmente y es en donde siempre nos quedan a deber las autoridades, inseguridad y violencia que ya han teñido de sangre el proceso, con los casi 100 políticos asesinados hasta hoy, 35 de ellos eran precandidatos y candidatos; periodistas acallados violentamente, balaceras, atentados, levantones, desaparecidos y tal vez lo más terrible, hoy, las balas van… ¡A donde topen!, hoy pareciera que esa premisa de “honor” entre el crimen organizado de respetar a la sociedad, se acabó.

Justo de ahí parte mi pregunta, ¿estamos en condiciones de tener un proceso electoral?

El intento de asesinato del secretario del Trabajo del gobierno de Jalisco, Luis Carlos Nájera, que desembocó en una sucesión de hechos violentos, narcobloqueos, vehículos incendiados, heridos y la muerte de un bebé de tan solo 8 meses que ha indignado a la sociedad, refleja la determinación de los cárteles de la droga de no dar marcha atrás, aun cuando se trate de atentar contra la integridad de la sociedad civil.

La creciente ola de violencia está traspasando todos los límites conocidos: policías, autoridades de los tres órdenes de gobierno, sociedad civil y ahora, la democracia

De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, durante el primer trimestre de 2018 se registraron 7 mil 667 víctimas de homicidio doloso, lo que nos da un promedio de 85 asesinatos al día.

¿Y las autoridades? Rebasadas, al menos así lo han aceptado, o tal vez omisas o ya en el terreno del sospechosismo, cómplices del crimen organizado.

No es posible que en medio de la crisis de inseguridad y violencia, Guerrero, Jalisco, Tamaulipas, Guanajuato, Sinaloa, vamos todo el país, las autoridades, los gobernadores solo acierten a decir que están rebasados por el crimen organizado y peor aún como el Gobernador Aristóteles Sandoval de Jalisco, que salgan a decir que “la cosa se va a poner peor”, es no tener vergüenza o saber más de lo que dice.

Se trata de 17 entidades, (según el Cuarto informe sobre violencia política. Etellekt consultores (10 mayo 2018)) donde existe “peligro para las campañas y las elecciones de julio”: Guerrero, Michoacán, Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México, Morelos, Puebla, Veracruz, Estado de México, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala, Quintana Roo y Baja California Sur.

La disputa de territorios ha violentado al país, la guerra entre carteles es el móvil pero la realidad es que en todo el país el crimen organizado está metiendo la mano en el proceso electoral, desde la ciudad de México hasta los poblados más lejanos.

En algunos lugares, incluso, han buscado a párrocos para advertir su forma de participación, aduciendo que no permitirán la entrada de candidatos no reconocidos por ellos y amenazando de muerte, misma que lamentablemente ya han cumplido.

El narco supera hoy como desde hace muchos años a la autoridad, lo superan en armamento, en logística y hasta en eficiencia a la hora de burlar operativos y persecuciones, pero sobre todo, me temo, en que han logrado lo principal: tienen el territorio y ahora toman decisiones, eso es lo preocupante.

El fantasma del abstencionismo, flota sin duda en el ambiente, alimentado por el terror, el miedo y el pánico de lo que hoy vivimos

Y en todo este entorno el INE, dice que no pasa nada, que todo está muy bien, que el proceso sigue, que está blindado, y tal vez lo esté pero tecnológicamente hablando porque en las calles y entre la población como lo hemos citado, ni se ve ni se siente.

¿Dónde está la PGR, las fiscalías, la Secretaría de Gobernación? ¿De verdad creen que con exhortos al diálogo de partidos y candidatos van a frenar esta masacre? ¿Qué no la respuesta es reforzar la seguridad de los actores políticos y la sociedad?

¿Estamos en condiciones de tener un proceso electoral?

 

Reflejos:

El caso SPEI, el reciente ataque cibernético a la banca mexicana que dejó como saldo 300MDP robados, abre una ventana de alerta a las autoridades electorales ante la posibilidad de hackeo en los comicios del primero de julio. OJO

@ramirezpaco   @MeganoticiasTVC