Una comunidad que aún se resiste a la extinción a la que muchos quisieran verlo reducido, quizá, porque su extinción, determinado el crecimiento de los otros partidos, particularmente MORENA, que hoy se erige como sucesor del PRI,

 con las mismas fallas que tanto le fueron criticadas y que sirvieron de bandera para desplazarlo del poder. No son ni el PAN ni el PRD ni el Partido Movimiento Ciudadano quienes están interesados en desaparecerlo, borrarlo del mapa electoral, es precisamentea MORENA a quien le interesa borrarlo, porque es el único movimiento que emula a lo que fuera durante décadas el PRI.
El martes 29 día de San Pedro y San Pablo, ha sido el día en que las baterías del fuego amigo – y enemigo – se han enfilado hacia las oficinas de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, que ocupa Alejandro Moreno. Estamos hablando de la lucha interior de la cúpula priísta con sus defectos y virtudes, con la experiencia y colmillo de los grandes dinosaurios de la política, unos – quienes consideran que su tiempo pasó – a distancia observan como se van dando las cosas al interior de lo que fuera su casa o instituto político, algunos conocedores de las reglas saben que no es su tiempo y que es el tiempo de Alejandro Moreno. La crisis poselectoral manifiesta el descontento de la militancia que acusa desaseo en la designación de candidatos, a espaldas de liderazgos sociales y la insensibilidad de la burbuja que rodea al presidente del CEN para escuchar a políticos locales, ignorados en la toma de decisiones, ello dio resultados adversos.
La fortaleza de otro tiempo del PRI se basa en la disciplina, cuando es producto de acuerdos y negociaciones incluyentes. Contrario a cuando es producto de un servilismo complaciente, fincado en la expectativa de salpicarse de algún beneficio de la dirigencia en turno, dádivas o limosnas políticas, que callan la crítica, frenados con la promesa de un futuro político prometedor.
Parece que los tiempos de los políticos finos, de los esgrimistas de la política han dejado el paso a los cuchilleros, desde fuera, se ve un PRI expuesto a un pleito entre oaxaqueños, donde toman partido coahuilenses y campechanos, ante el resto de la comunidad, que mira expectante, que se cuidan de tomar partido o de ser protagonistas.
El reclamo de algunos priístas, en pronunciamientos y señalamientos a la dirigencia nacional, se ven desdibujados o se pretende minimizar, con el señalamiento de la militancia violenta que poco o nada tiene de autoridad moral. Conviene a algunos, meter en la misma bolsa a los pronunciamientos serios y revolverlos con los protagonistas violentos. El presidente del CEN, acusó a algunos de apoyar a otros candidatos en la contienda, cuando fue evidente que otros oaxaqueños, han intervenido no solo en apoyar a candidatos de otros partidos sino además para formar parte e impulsar la fundación de nuevos partidos – secreto a voces – que todos saben nombres y apellidos.
De los cambios que promoviera el presidente del CEN en sus estatutos, incluyeron a los jóvenes, obligatoriamente una tercera parte en las cuotas de candidaturas, además de las cuotas de género y de indígenas, partió de un supuesto erróneo, los jóvenes, cuando es lo menos que hay. Para muestra un botón, el exlíder de los jóvenes, quien no recibe a nadie, ni recados y se mantiene en su torre de marfil, en su cuenta de twiter tiene 10 800 seguidores, y en face book 15 000, cantidad que no alcanzaría ni para una regiduría, pero es diputado plurinominal, por segunda ocasión, eso evidencia, que los jóvenes no representan un número considerable en el PRI. Otro ejemplo es que el líder actual de los jóvenes tiene 2852 seguidores en twiter y 23 240 en face book, cifras superadas por cualquier millennials, es claro que así que no se ganen elecciones.
La turbulencia causada – entre otras cosas – por la duplicidad de cargos de los miembros del CEN, diputados y dirigentes al mismo tiempo, por más que se quiera no pueden desempeñarse de medio tiempo, si es que se quiere frenar la caída libre del PRI, en las preferencias electorales. El otro tema es la convocatoria para la Asamblea General del PRI, tema que no se ve que por el momento le interese abordar al CEN.
Alejandro Moreno, como en su tiempo Roberto Madrazo, está resuelto a ser el candidato del PRI a la presidencia, como en el caso mencionado, que gane, aún es pronto para saberlo. Por su parte, el viejo Murat, está resuelto a llevar a la candidatura del 24 a su hijo, el actual gobernador de Oaxaca.
En el PRI no se olviden de una Dama con muchas posibilidades también, cuando tal parece, que la contienda presidencial del 24 será de mujeres, en cuyo caso, sin pedirlo está Beatriz Paredes, que podría lanzarse con muchas posibilidades.
Hoy platicaremos individualmente con destacados priístas en el programa de radio y TV El Análisis con quien esto escribe, desde Cancún por el corporativo multimedia Despierta Quintana Roo y, también tendremos un enlace con el presidente del CEN Alejandro Moreno, a menos que le mantenga ocupado otro tema más importante que el PRI.
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