Dedicado a Reyna Haidé Ramírez mujer, valiente, además, periodista. 

“Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra” Es la famosa frase con la que comienzan las catilinarias,

pronunciadas, como largos discursos por Cicerón, ¡hasta cuándo Catilina abusarás de nuestra paciencia! Dicho en contra del General romano Catilina, enemigo de Roma y de Marco Tulio Cicerón. 

Es la frase repetida a los gobernantes que abusan de la inocencia de sus pueblos, es la frase que evocan, quienes en el hartazgo de los dictadores lanzan desde las gargantas silenciadas y cansadas de tanto gritar, afónicas de tanto suplicar justicia y señalar abusos, sin ser oídas, en contra de los dictadores, durante dos mil años, que hoy en México cobran actualidad.     

El mayor rasgo de corrupción de un gobernante es la mentira y la ausencia de honestidad, ni siquiera para reconocer cuando se equivoca o cuando no tiene la habilidad, pericia, conocimientos o capacidad para hacer frente a su responsabilidad y entonces recurre a la mentira. Cuando le cuestan al pueblo sus errores y estos se traducen en derroche, despilfarro, abusos de gasto excesivo que daña la economía del gobierno y en consecuencia de la Patria y de los ciudadanos. Hoy con una bravuconada y la burla contra un socio económico se traducirá en 30 mil millones de dólares en sanciones arancelarias a productos mexicanos, desde Palacio acusa traición a quien celebre este descalabro del gobierno cuatrotero, confundiendo lo que es un señalamiento reflexivo, distinto a festinar la desafortunada ocurrencia que costará tanto a los mexicanos. 

Se ha querido minimizar o dejar pasar como bola baja, restarle importancia a las decisiones tomadas desde el gobierno que lesionan y merman el patrimonio de la nación, gasto excesivo o caprichoso, pudiendo ser utilizado en salud, educación, infraestructura o cualquier otra inversión en beneficio ciudadano, se usa para sostener necedades y caprichos del gobernante en turno, sin que nadie haga cuentas y evalúe el daño que causan las decisiones equivocadas. 

   Al grito de “hasta cuándo abusará de nuestra paciencia” se escucha en toda la Patria, por las madres de los asesinados por la violencia, por los padres ante la impotencia de ver a sus hijos consumidos por el cáncer, mientras se difunde la risa estertórea e insultante de Palacio que cala hasta las entrañas de un pueblo ofendido e ignorado. 

Es el mismo grito de Reyna Haydé Ramírez, la periodista que logró colarse a esas mañaneras fachistas y fachosas, de admisión reservada solo a aplaudidores a modo de Palacio Nacional, ¡hasta cuándo abusará de nuestra paciencia! Simulando comunicación directa, libre y democrática, cuando es evidente el sectarismo lisonjero y adulador a modo de los gustos de Palacio.   

Que esperaremos para el miércoles de quien es quién, tendrán la “honestidad valiente” para auto-denunciarse mentirosa mañanera, que ahora el suman, así nomás, por capricho para los anales de la historia, surgidas de los anales del obradorismo, el que gane más que el presidente, ignorando los indicadores de trabajo y resultados de su labor, pero aún peor, sin cumplir con la constitución en el artículo 16 constitucional que exige que la actuación de todo servidor público funde y motive su actuar en una ley y esa ley no existe.   

Las mañaneras son pretexto recurrente para desviar la atención – de quienes lo quieran creer, abusando de la paciencia de los mexicanos – sobre los problemas nacionales. Las palabras de Cicerón, cobran actualidad en México, desde palacio, en las mañaneras “¿Qué cosa más grande que tener a alguien con quien te atrevas a hablar como contigo mismo? La verdad se corrompe tanto con la mentira como con el silencio. Una cosa es saber y otra saber enseñar. Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros” Cicerón.  

Eduardo Sadot Morales

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