Día 30 de la cuarentena, cuatro mil 220 casos activos, dos mil 627 casos recuperados y 650 personas han muerto por el covid-19, lo más alarmante es que: las mentiras también surgen día a día.
 
Me desespera, más que el encierro, ver que los “pinochos” siguen mintiendo, aunque les crezca la nariz y lo peor de todo es que son peor que el covid-19, no hay antídoto contra sus engaños y nadie hace nada por ponerlos en su lugar y mandarlos mucho rumbo a la fregada.
 
El día de ayer mencionábamos que fue el propio López Gatell, el vocero oficial de los avances, medidas y cifras, de la Secretaría de Salud, quién reconoció ante el Wall Street Journal, que había mentido, y así lo dijimos.
 
De inmediato, miles de chairos atacaron a Javier Alatorre y acapararon el twitter, con 7508 interacciones en menos de una hora, y así dicen que Obrador no tiene gente trabajando, para su causa, en las redes sociales.
 
Por si esto fuera poco, sale el grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, para hacerse presentes y servir de contrapeso a favor de su mesías.
 
¿Y quién les va a creer a estos mentirosos profesionales?
¿Quién puede dar por ciertas las palabras de Mario Delgado, el pinocho mayor de los diputados?
 
Si bien, el discurso estuvo estudiado y corregido, no por eso dejó de ser engañoso y falso.
“No es momento de lucha ni de división, México está por delante” —dijeron
 
Falso, para estos farsantes, chapulineros, que no tienen compromiso con ellos mismo, jamás el pueblo mexicano ha estado primero, lo está sólo cuando necesitan de su voto.
 
“Si nos cuidamos todos, pronto superaremos esta pandemia” —una verdad entre tanta mentira
 
“Es la hora de ayudar a quienes lo necesitan, de estar a la altura de nuestra sociedad que en su mayoría ha atendido las indicaciones del sector salud”
 
No pueden controlar sus falsedades, ¿es hora de ayudar? ¿Para que demonios fueron elegidos si no es que para ayudar? ¿Para que cobran salarios tan generosos? O dicho de otra manera, sólo cuando hay pandemia ven que es la hora de servir a quienes les pagan.
 
¿De estar a la altura de nuestra sociedad? ¿a cuál sociedad se refieren estos morenistas? ¿A la sociedad que forman para hacer lo que se les pega la gana o a la sociedad civil que es la que les paga y los eligió para que la representaran?
 
Me da coraje ver que aún en medio de esta pandemia, estos infelices aprovechados, ventajosos, mentirosos y traicioneros, siguen haciendo campaña política para su causa, siguen enarbolando la bandera de un pueblo que confió en ellos y que no ha recibido ni las gracias siquiera.
 
Me saca de mis casillas entender con claridad que lo único que les interesa es su propio beneficio, el de sus familiares, el de sus amigos y el de todo aquel que les lama las botas.
 
No entiendo cómo es posible que existan personas que actúen de esa manera tan ventajosa, no me entra en la cabeza que puedan existir sociópatas que ebrios por el poder y la ambición, sigan engañando al pueblo que confió en ellos.
 
Lástima que no exista un virus que acabe con esas lacras políticas y sociales que sólo perjudican a un país con el que se llenan la boca al decir que lo van a ayudar.
 
Como dice el saber popular: “Mejor, no me ayudes, compadre”