En ocasiones, es difícil encontrar una beta de la cual se pueda extraer un tema interesante para reflexionar,

y es que vivimos inmersos entre toneladas de información y de opinión que hace complicado no perderse en el ruido Antes del lunes 26 de diciembre, puedo asegurar que salvo los conocedores del tema, colegios de abogados, académicos, el Presidente de la República y algunos políticos, la mayoría de los mexicanos desconocían o directamente no les importaba por no estar en su metro cuadrado de necesidades apremiantes que el hecho de que el próximo día 2 de enero se llevará a cabo la votación para renovar la Presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal, si se me permite la digresión me paree una anomalía constitucional que una persona ostente la Presidencia de dos Órganos al Mismo tiempo.

Volviendo al tema, hoy todo mundo ha escuchado al menos no del proceso en sí sino de una de sus protagonistas, la Ministra Yasmín Esquivel Mossa quien ingresó al máximo tribunal en 2019 y hoy es una fuerte candidata a ser Ministra Presidenta del Tribunal Constitucional del país, pero porque siempre hay un pero cuando se está a punto de obtener algo alguien después de 35 años académico de la UNAM en un momento de lucidez propia de los grandes académicos espero no oportunistas aunque entre tanta polarización no lo dudaría descubrió que la tesis de Licenciatura  de la Ministra Esquivel sería un presunto plagio .

El documento titulado INOPERANCIA DE LOS SINDICATOS EN LOS TRABAJADORES DE CONFIANZA DEL ARTÍCULO 123 APARTADO A presentado por la ministra en 1987, habría sido elaborado y presentado por el abogado Ulises Baez Gutiérrez en 1986 en la misma Facultad de Estudios Superiores Aragón perteneciente a la UNAM. Reconozco mi ignorancia, pues no sabía que se podía presentar una denuncia penal por plagio de una tesis, suponiendo que sea procedente si ya pasaron 35 años y la Ministra ha tenido un ejercicio en la Judicatura y en el servicio público me permito dudar sobre el hecho de que el delito no haya prescrito, pero de nuevo, en una sociedad polarizada todo es posible.

¿Por qué hasta ahora? ¿Por qué el tema no sorprendió al mundo jurídico y académico en 2019, cuando integró la terna para renovar la magistratura que dejaría la ministra en retiro Margarita Beatriz Luna Ramos? ¿Será acaso que es muy posible su elección presidenta y eso preocupa a un grupo de la sociedad polarizada? Que cuando ha votado a favor de sus proyectos o en contra de los del Gobierno no repara en su Tesis de Licenciatura. Que me dicen del mismo Presidente de la República quien la propuso y después la criticó al decirse arrepentido de sus propuestas, pues ya en la Corte han significado una resistencia u obstáculo a sus proyectos políticos transformadores, porque se volvieron él y dos de ellas en juzgadores autónomos.

Si me lo preguntan a mí, preferiría otro perfil para la presidencia de la Suprema Corte, como el del ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena sabiendo que esto sería un revés para las intenciones de la Presidencia de la República, pues todo Gobierno sin importar el signo político desea internamente tener un Tribunal en el que pueda influir, si no lo creen lo pueden preguntar a Pedro Sánchez presidente del Gobierno Español o al presidente Alberto Fernández de Argentina.

Por último, lamento que no se haya inscrito la Ministra Margarita Ríos, y mucho menos comparto muchas de las maneras y decisiones que identificaron la presidencia del Ministro Zaldivar, sobre todo la de pretender reelegirse en su cargo hasta que estuviera terminada la Reforma Judicial, por cierto cuando eso pasó, nadie habló de plagio.


Hay que tener cuidado porque si la Ministra Esquivel, renuncia a su cargo quienes promueven que lo haga deben recordar que aún es facultad el Presidente proponer Ministros y no valla a resultar que el perfil elegido sea más radical a favor de los proyectos  de Palacio Nacional, por eso a las Cortes es preferible no tocarlas.

Juan Adrián Duarte

Periodista y comentarista.