A LOS PRESIDENCIABLES:
"La salud es la riqueza real, no las piezas de oro": Mahatma Gandh

¿Pues qué creen?: De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, Dinamarca no está entre los 10 países con mejores sistemas de salud. La lista la encabeza Francia, con un sistema llamémosle mixto. España ocupa el quinto lugar de la lista y le voy a contar un caso que me consta.

Siendo un bebé de cuatro meses, el nieto de mi esposa enfermó de alveolitis; según dicen, es la pesadilla de los pediatras y de los padres. En uno de esos episodios críticos, ocurrido por la noche, la madre no tuvo que sacar al bebé para ir al hospital más cercano dentro de la Comunidad de Madrid. Simplemente llamó a la Seguridad Social, explicó la situación y de volada le mandaron una ambulancia con personal sanitario especializado en niños. Estabilizaron al bebé dentro del hogar y le cobraron cero euros con cero céntimos por el servicio.

En España todo corre a cargo del Estado, no importa si el gobierno es de izquierda, derecha o centro; allá el derecho a la salud es una realidad porque es una política pública constante a la cual destinan el nueve por ciento de su PIB.

 

¿Dónde se ubica México? Según el estudio del Global Health Service, nuestro país ocupa el cuarto lugar… ¡de los peores!,

Sí, ya sé; los morenistas dirán que les dejaron un cochinero; ciertamente había muchas fallas, pero díganme si acaso hemos mejorado…

La oferta de la 4T fue que la población no asegurada tendría servicios y medicamentos gratuitos; la verdad es que eso ya lo hacía el Seguro Popular. Nunca se pretendió privatizarlo, pues de los 75 mil millones de pesos de presupuesto, los usuarios contribuyeron mediante sus cuotas con apenas el 2.1 por ciento. La gran mayoría de los 51 millones de personas beneficiadas no pagaba un peso, según cifras oficiales de 2019.

Luego llegó el INSABI y la población cubierta descendió en ¡15 millones de personas...!, se redujo el catálogo de enfermedades y desapareció el Fondo de Gastos Catastróficos para enfermedades complejas, largas y/o costosas. ¿Qué tal?

En relación al gasto en salud, echemos un ojo a cuánto se gasta, en qué y cómo:

Durante los gobiernos neoliberales (malos que eran ellos…), el gasto en salud como porcentaje del PIB alcanzó la cifra más alta en 2012, con 2.89 puntos, apenas la mitad de lo que recomienda la OMS, pero al inicio del gobierno “humanista” de la 4T descendió a 2.47 puntos, para ascender los siguientes dos años a 2.95 puntos, debido al gasto extraordinario por la pandemia y la compra de vacunas.

Pero que no les digan, que no les cuenten...: el gasto en salud destinado al Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (ODS-3), el cual vincula la salud con el bienestar, bajó de 69 por ciento en 2018 a 66 por ciento en 2022. La población “sin acceso a los servicios de salud pasó de 16.2 por ciento en 2018 a 28.2 por ciento en 2020. Además, 15.1 por ciento de la población con afiliación debe pagar por los servicios de salud”, ya sea por falta de servicios oportunos y/o de medicamentos (CIEP con cifras del INEGI, 10/10/22).

En cuanto a en qué y cómo se gasta, no voy a abundar en el persistente problema del desabasto de medicamentos y tratamientos, pese a las promesas presidenciales. La medicina más cara es la que no hay.

En su momento, el inquilino de Palacio afirmó que con “una inversión de alrededor de 200 mil millones de pesos se va a dejar el sistema de salud como lo estamos imaginando”, pero durante 2021 apenas se invirtieron 15 mil 800 en infraestructura. A ese ritmo, tardaremos ¡12 años! en llegar a la oferta presidencial de meses atrás.

¿Cuántos años nos faltarán para igualarnos con Dinamarca?, porque alcanzar a España está imposible.

Se me quedan otros temas en el tintero, así que seguimos la próxima semana con el tema.

Por lo pronto, no se enfermen…

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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