ALOS ELECTORES:

"Si estás preocupado por un resultado, seguramente harás algo para solucionarlo": William James

Finalmente, hoy saldrá humo blanco del frente opositor en cuanto al método para seleccionar a su candidato La oposición, conformada por tres partidos y varias organizaciones de la sociedad civil, tiene el tiempo quemado frente a la ventaja promoción morenista iniciada hace meses.

Ante la desesperación de los seguidores de la oposición, cabe hacer una media salvedad. La Comisión de Quejas del INE pidió al Tribunal Electoral que defina con precisión qué son actos anticipados de campaña. A pesar de lo que marque la ley, no imagino al Tribunal invalidando las candidaturas de las corcholatas, pues ello implicaría un terremoto político y una grave inestabilidad para el país. No dudo que ese haya sido el cálculo lopezobradorista para violar la ley; sin embargo, el mismo criterio habrá de aplicarse a los aspirantes opositores.

Y digo que es una media salvedad, porque los partidos no hicieron nada para mejorar su posicionamiento, independientemente de quién fuera el candidato. En la alianza Va por México (PAN, PRI y PRD), las organizaciones de la sociedad civil estuvieron más movidas, entre ellas Sociedad Cvil México, Sí por México, Unid@s, Frente Cívico y Futuro XXI.

Pero volvamos al procedimiento, el cual presenta aspectos interesantes y distintos del método morenista.

Un primer punto de diferenciación es que los pre-candidatos opositores deberán juntar mínimo 150 mil firmas cada uno durante julio y con dichos ciudadanos se conformará un padrón para la elección primaria. La parte positiva del mecanismo es que hace más democrático al método; la parte dudosa es que sirva como candado para evitar que simpatizantes morenistas se registren y luego voten en las primarias por el pre-candidato con menos atributos.

Un segundo punto de diferenciación será Gran Foro de Exposición por México, a celebrarse en agosto, donde los pre-candidatos plantearán su programa y prioridades. Éstos no serán la propuesta final al electorado, pues la idea es conformar un gobierno de coalición, que no es lo mismo que una alianza política para efectos electorales. Es decir, la propuesta del candidato ganador se complementará obligadamente con las de los partidos. Para este último propósito, cada partido ya ha conformado los consejos consultivos o comisiones redactoras.

Luego vendrán dos encuestas, una digital y otra telefónica, al tiempo que los pre-candidatos recorren el país. Los punteros serán pasarán a la siguiente etapa para participar en cinco foros regionales, en los cuales habrá debates siendo éstos el tercer punto de diferenciación entre el método morenista y el opositor. Aquí prevalece la duda de si estarán o no permitidos los ataques o que a un candidato le saquen sus “trapitos al sol”. En otros países donde hay primarias, los aspirantes de un mismo partido se dan con todo y después “olvido de viejos agravios y exaltación de la amistad”; no es una actitud hipócrita, así es la lucha por el poder.

Un cuarto punto de diferenciación es la constitución de un Consejo Electoral Ciudadano, conformado por siete personajes no partidistas, con experiencia en temas electorales y una fama pública positiva. Me refiero, entre otros, a Leonardo Valdés Zurita, Guillermo Sheridan y Sergio Aguayo. En el Consejo también habrá seis consejeros de partido. Es de suponer que el Consejo se encargará de aplicar las reglas específicas del método, pero también de enfriar los ánimos de las cúpulas ante cualquier diferendo.

El quinto punto de diferenciación es que las elecciones primarias, a celebrarse en septiembre, tendrán un peso del 50 por ciento en la decisión de quién será el candidato. Como mencioné al principio, habrá un padrón acotado; se emitirá el voto en urnas físicas y por aplicación. Ojalá los pre-candidatos sepan motivar a la población para que no gane el abstencionismo, el cual desligitimaría todo el proceso. El otro 50 por ciento de valor lo tendrá una encuesta abierta a la ciudadanía, a aplicarse en campo.

El sexto punto de diferenciación, a confirmar el día de hoy, es que no hay premios de consolación, como los que ya repartió el presidente entre sus correligionarios; es decir, los perdedores no podrán postularse a un cargo en el Congreso. Tal limitante también es un filtro, pues los suspirantes se la pensarán dos veces antes de lanzarse sin posibilidades por por el premio mayor; su derrota en las primarias implicaría una suerte de catatonia en su vida política, a menos de que tengan oportunidad de jugarla por una gubernatura.

Y bueno, así llegaremos a octubre, cuando conoceremos quién será el abanderado de la oposición, mismo que llevará por título el de “Responsable del Frente Amplio Opositor Va por México”.

Ahora nada más falta que los egos se guarden a buen recaudo y que pre-candidatos y partidos no desbarranquen su oportunidad.

Leopoldo Mendívil

Colaboró: Upa Ruiz This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.

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