México, 22 de agosto de 2025 ::: Randy Arozarena regresaría al diamante mexicano en los próximos meses

y su llegada no pasaría desapercibida. El jardinero méxicocubano, figura de los Seattle Mariners en la MLB, estaría en pláticas para unirse a los Jaguares de Nayarit, nueva franquicia de la Liga Mexicana del Pacífico (LMP), durante la pausa invernal de las Grandes Ligas.
 En su primera temporada con Seattle, Arozarena mantendría un rendimiento sólido: 24 bases robadas, 16 cuadrangulares y un promedio ofensivo cercano a .270 lo colocarían como uno de los jugadores más completos del equipo.
Su defensa en el jardín izquierdo también destacaría, con apenas un error en toda la campaña. Este nivel de juego lo mantendría como pieza clave en la lucha por los playoffs, lo que haría inviable una salida definitiva de la MLB.
Sin embargo, el calendario permitiría una ventana para que Arozarena se integrara temporalmente a los Jaguares. La pretemporada de la LMP iniciaría en diciembre, justo después de que concluyera la participación de Seattle en la MLB.

Según Héctor Torres Fitch, director de operaciones del equipo nayarita, ya habría iniciado un proceso de contacto con el pelotero, con la intención de sumarlo como refuerzo estelar para el debut de la franquicia.
La posibilidad de que Arozarena jugara en México durante el invierno no sería nueva. Entre 2016 y 2019, el jardinero ya habría brillado con los Mayos de Navojoa, registrando una línea ofensiva de .283, 14 jonrones y 55 carreras impulsadas en 130 juegos.
Su regreso no solo reforzaría al equipo en lo deportivo, sino que también generaría un impacto mediático sin precedentes para una franquicia debutante.
Más allá de sus números, el vínculo emocional de Arozarena con México seguiría siendo profundo. Tras desertar de Cuba en 2015, el pelotero encontraría en México un nuevo hogar.

En 2022, obtendría la nacionalidad mexicana, y en el Clásico Mundial de Béisbol de 2023, se convertiría en ídolo nacional al liderar a la selección mexicana hasta el tercer lugar. Su carisma, entrega y conexión con los fanáticos lo convertirían en símbolo de orgullo para millones.
Además, su compromiso con el país se reflejaría fuera del terreno. En 2023, acudiría personalmente a entregar víveres a damnificados por el huracán Otis en Acapulco, reafirmando su deseo de retribuir el cariño recibido.
Si su llegada a los Jaguares se concretara, no sería solo una contratación estelar: sería un reencuentro emocional con una afición que nunca lo ha dejado de apoyar. Y aunque su estancia sería temporal, el impacto podría marcar un antes y un después en la historia reciente del béisbol mexicano.