El estado mexicano debe hacer todo por protegerlo, defenderlo y respetarlo.

 La educación es el proceso por el cual los seres humanos adquieren conocimientos, habilidades, creencias, valores o hábitos; para esto pueden utilizarse distintos métodos como la investigación y la formación.

El proceso educativo debe ser dirigido por una figura de gran autoridad, como por ejemplo: los maestros, los padres, directores, y especialistas en las materias; de esta manera permitirá que los conocimientos adquiridos tengan un impacto favorable en lo personal, social, en el desarrollo de un país y en el mundo globalizado, incluso pensando en un buen futuro para una vida multiplanetaria.

En un mundo globalizado y en una vida multiplanetaria, las fronteras se han derribado, por lo que cada nación debe comenzar a instrumentar reformas que permitan a todos acceder a sistemas educativos vanguardistas y socialmente inclusivos, que formen profesionistas mundialmente competitivos, México no debe ser la excepción.

Emilio Ontiveros, en su artículo “Globalización del Conocimiento”, establece que “La educación, las actividades de Investigación y desarrollo (I+D) y las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC)” son la base en la que han fundamentado su prosperidad aquellas economías que han experimentado un mayor crecimiento de la renta por habitante y son, al mismo tiempo, las más competitivas del mundo.

De esta manera, los elementos básicos de la educación se deben repensar, pesando en las mejores alternativas para atajar los problemas educativos que los nuevos tiempos acarrean, y los que hemos venido arrastrando por décadas; la tecno-educación, es un ejemplo claro de lo que significa hacer frente, desde la educación, a las exigencias sociales que se presentan en este siglo XXI.

Es así, como la educación es la base fundamental para accesar a un buen nivel de vida personal, social, cultural, económico y político; por estas razones, la educación se ha y se debe reconocer -siempre- como un derecho humano.

De acuerdo con Amnistía Internacional, los derechos humanos son derechos y libertades fundamentales que tenemos todas las personas por el mero hecho de existir. Respetarlos permite crear las condiciones indispensables para que los seres humanos vivamos dignamente en un entorno de libertad, justicia y paz, y agregaría para el desarrollo de las naciones y del mundo; pues ni el más poderoso de los Gobiernos nos los pueden negar.

Para un mejor entendimiento, los derechos humanos han sido clasificados por generaciones, se reconocen tres generaciones, pero hay quienes ya hablan de seis.

La primera de ellas, comprende los derechos civiles y políticos como la vida, la libertad y seguridad jurídica.

La segunda generación se refiere a los derechos económicos, sociales y culturales, y aquí, es donde entra el derecho a la educación; parte fundamental en el desarrollo de los seres humanos y de los pueblos.

Solo como información adicional, la tercera generación contempla entre otros, la cooperación internacional y regional, la justicia internacional, el uso de los avances de las ciencias y la tecnología. La cuarta generación se refiere al desarrollo tecnológico y las tecnologías de la información y la comunicación, el ciberespacio, y el derecho de acceso a la informática.

La quinta generación se hace extensible a máquinas, artefactos, robots, y software inteligente. La sexta generación será aplicable a personas con identidad genética-cognitiva-informacional, alterada por la modificación gano-nano-robo-tecno.

Pero sin duda alguna, los derechos humanos de las nuevas generaciones se basan y se sustentan en que prevalezcan varios derechos como el derecho a la educación, ya que sin ello no se puede accesar de ninguna manera al conocimiento global, ni mucho menos a los derechos de cuarta y quinta generación. Por lo que un país sin esos recursos nunca podrá ser desarrollado ni competitivo en el mundo globalizado.

Este derecho a la educación está reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, donde se prevé que toda persona tiene derecho a la educación, y que la educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos.

En nuestra Constitución, se ordena que todas las personas gozarán de los derechos humanos, que nunca podrán restringirse ni suspenderse, y que las leyes deben proteger a las personas de la manera más amplia.

Obligando a las autoridades promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos; en consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos.

En la misma Constitución -artículo 3-, se especifica que toda persona tiene derecho a la educación, y que el Estado en todos los niveles de gobierno, están obligados a impartir y garantizar la educación básica (preescolar, primaria, secundaria), media superior y superior, las dos primeras siendo obligatorias.

Reconoce que los académicos son agentes fundamentales del proceso educativo y, que tendrán derecho de acceder a un sistema integral de formación, de capacitación y de actualización retroalimentado por evaluaciones diagnósticas.

Además, que los planteles educativos constituyen un espacio fundamental para el proceso de enseñanza aprendizaje, y que el Estado debe garantizar que los materiales didácticos, la infraestructura educativa, su mantenimiento y las condiciones del entorno, sean idóneos y contribuyan a los fines de la educación.

Como los planes y programas de estudio, que deben contar con una perspectiva de género y una orientación integral, incluyendo el conocimiento de las ciencias y humanidades, paradójicamente la tecnología y la innovación.

Esta expresión se emite, por que no se ve que las autoridades mexicanas estén preocupadas por ello, pues si tenemos de entrada a un Presidente que dice que las computadoras no son necesarias para el desarrollo del empleo, que pensará para la educación, ello contribuye a la ignorancia y el alfabetismo.

Pero aunque en México se habla de un Sistema Educativo, los gobiernos no han hecho todo por respetar ese derecho humano a la educación, pues principalmente vemos que no se destinan los recursos necesarios para cumplir con ese propósito; sin olvidar que la pobreza, el trabajo a temprana edad, por poner un ejemplo, son parte de ese mal.

Simplemente, en América Latina el país que más invierte en educación es Cuba con el 12.8% de su Producto Interno Bruto (PIB), incluso México esta muy por debajo de Venezuela quien invierte un 6.9% de su PIB; Argentina el 5.5 % y su educación es gratuita y obligatoria, garantizando la educación pública prescolar, primaria, secundaria, y hasta Universitaria; y de acuerdo con el Banco Mundial, México invierte el 4.9 %.

En contra sentido, los países con mejor educación en el mundo, son aquellos que tienen como política pública que la base de toda civilización es la educación, con la cual se puede determinar el presente y el futuro de una nación, incluyendo la calidad de vida de sus ciudadanos.

Corea del sur, el mejor rankeado, tan solo en 60 años ha conseguido combatir y casi eliminar por completo el analfabetismo que existía en el país. Se caracteriza por entender que la educación es el motor para el desarrollo del país, y apuesta por la tecnología en las aulas.

La estructura educativa de Japón esta basada en la tecnología, lo que ha permitido grandes avances en el conocimiento y la comprensión. Al igual que en Corea, los maestros tienen una alta cualificación para realizar el trabajo y son muy respetados por la sociedad. Además, en los colegios no sólo se estudia sino que también se realizan otras labores como limpiar o servir las comidas.

Pero volviendo a nuestra realidad, el 20 de diciembre de 2019, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas y la Cámara de Diputados, reconocieron que en los últimos cinco años (2015-2020), el presupuesto para la educación básica registró una tendencia decreciente, al pasar de 2.3 a 1.9 % del PIB, mientras que el presupuesto total destinado a la educación, pasó del 3.7 a 3.0 % del PIB.

Ello, aún y cuando se reconoció que para mejorar la calidad educativa es imprescindible canalizar recursos a programas que se encarguen de ello, tanto para la formación docente como para un diseño de la política educativa encaminada en el mejoramiento de los métodos de enseñanza-aprendizaje; aunque tampoco se habla nada de las Nuevas Tecnologías de la Educación y la Enseñanza.

Además, se suma otro problema a ese derecho fundamental, la pobreza, que cada día que pasa, sumando lo de la pandemia, no se ve que vaya a mejorar, por el contrario, se avecina un brote pobreza en todo el país; ello, indiscutiblemente afectará el acceso a la educación y al desarrollo del país.

La Revista Forbes, dio a conocer que según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), hasta el 2019 se mostró un incremento de dos millones de personas en situación de pobreza, con relación a los 52.4 millones de personas pobres en 2018.

Destaca, que la pobreza incluye el no tener acceso a los servicios básicos como la salud, seguridad social, vivienda; lo que implica la imposibilidad de accesar al derecho humano de la educación, eso sin pensar en acceder a los recursos materiales y tecnológicos para la enseñanza, la educación, y la superación personal.

Se ha señalado, que los Estados con mayor número de pobres son el Estado de México con 7.5 millones de personas; Veracruz con más de 5 millones; Chiapas con 4.2 millones; Puebla con 3.7 millones, y Oaxaca con 2.7 millones de habitantes en pobreza.

Pero tomando en cuenta la cantidad de personas pobres en relación con la población total de cada entidad, se revela que los Estados más empobrecidos son Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Puebla, En esas entidades, la población en pobreza alcanza niveles de 76.4%, 66.5%, 66.4%, 61.8% y 58.9%, respectivamente.

Para tratar de atender esta problemática, el CONEVAL impulsó una línea de investigación para analizar cuáles son los principales desafíos para el combate a la pobreza desde la perspectiva de los derechos humanos, destacando que para lograrlo se debe pensar en un desarrollo social que incluya la educación, la alimentación, la vivienda, el trabajo, la seguridad social y la no discriminación.

Por su puesto, la pobreza y la falta de educación trae como consecuencia el analfabetismo, obstáculo y cáncer para el desarrollo de una nación y obtención del conocimiento, y como era de esperarse, los estados de Chiapas, Guerrero y Oaxaca son los que más enfrentan este problema.

Pese a ello, el Secretario de Educación Pública se ve falsamente motivado en arrancar un ciclo escolar con su mal llamada "Nueva Escuela Mexicana", dando a conocer que en este ciclo escolar 2019-2020 que está por comenzar, 1 millón 219 mil 517 docentes regresan a clases para atender la demanda, los cuales impartirán clases a 25 millones 417 mil 980 estudiantes de educación básica.

Además, que este ciclo escolar contará con 232 mil 876 escuelas, de las cuales 198 mil 348 instituciones educativas son públicas y 34 mil 528 escuelas son del sector privado, a pesar de que muchas escuelas privadas se han quejado del apoyo del gobierno y que los han dejado fuera de la organización y del sistema educativo.

Aunado, a que la forma en la que desean comenzar las clases de este periodo, siguen sin tomarse en consideración los grandes problemas que tiene la educación; tales como los escasos recursos que se destinan, la falta de capacitación a los maestros, y el combate a la pobreza.

Es paradójico que algunos Estados con mayor pobreza y analfabetismo, cuenten con el mayor número de universidades, como Puebla con 486, Estado de México 433, Chiapas con 214, y Guerrero con 135.

Y aunque existen autoridades federales, estatales y municipales encargadas de velar por este derecho humano a la educación, sin olvidar que también existen los famosos sindicatos del SNTE (Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación), y la CNTE (Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación), las asociaciones de escuelas privadas, asociación de padres de familia; a pesar de todo ello, no se ve mejora en la educación, ni en las escuelas públicas ni en las privadas.

Sin olvidar, que la situación que impera en el país en torno al coronavirus y la situación que se viene arrastrando del pasado en la educación, no nos da un panorama esperanzador para que esto mejore.

Un ejemplo, es que ni el mismo Secretario de Educación Pública tiene una estrategia eficaz de como se iniciarán las clases, pues su estrategia se basa solo en hacer videos que se transmitan por televisión incluso por radio en lugar de clases virtuales, convirtiéndose en un simple programa de televisión que se sentarían a ver los alumnos sin tener retroalimentación con algún maestro; sin mencionar que no todos cuentan con televisión, luz o las condiciones adecuadas para ello, y eso no se ha tomado en cuenta por las autoridades educativas, ni por la Comisión Nacional de Derechos Humanos que es la que debe velar porque se respete el derecho humano a la educación.

Además, se ha asumido la política de que “Todos a Escuelas Públicas” pese al mal nivel educativo que en muchas de ellas impera, esto es así por que el Secretario tiene conocimiento que muchas escuelas privadas no alcanzaron el numero mínimo de inscripciones y tuvieron que cerrar sus puertas, frente a ello el Secretario esta en la posición de que si no pueden inscribirse en escuelas privadas por que ya no pueden pagar sus colegiaturas debido a la perdida de empleos a causa del coronavirus, váyanse a la pública donde hay cupo; pues si claro, hay cupo por la forma en la que quieren comenzar el ciclo escolar.
Esta claro, que el derecho humano a la educación está muy distante de que sea respetado a todos los habitantes de México, tal como se hace en los países mejores rankeados en educación; tal parece que el gobierno prefiere una sociedad analfabeta, pobre y mal capacitada para que sea mejor manipulable.

Aquí, quisiera expresar lo que ha señalado el Doctor Raúl Contreras Bustamante, Director de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México, “la educación es un derecho humano fundamental para el desarrollo de las personas, que tiene, además, un carácter habilitante para poder conocer, entender, ejercitar y defender sus demás derechos y garantías constitucionales. Quien recibe educación contribuye a la construcción de una mejor sociedad y al desarrollo de un mundo mejor”

El futuro nos esta alcanzando, las nuevas tecnologías ya están conviviendo con nosotros en nuestro presente, y no estamos preparados para este cambio, ya se hablan de nuevas tecnologías como la traducción simultánea automatizada, dispositivos controlados con la mente, telepresencia, realidad aumentada y hologramas, IoT (Internet de las Cosas por sus siglas en inglés), computación cuántica, electricidad por aire o biológica, exoesqueletos, turismo al espacio, computación cuántica, Blockchain, inteligencia artificial y nanotecnología; y nosotros ¿en que parte de este desarrollo tecnológico estamos?

Si no comenzamos a pelear porque a todos sin distinción se les respete este derecho humano a la educación, consecuentemente no podremos acceder a esa tecnología y a los derechos de cuarta y quinta generación, se debe exigir a los organismos defensores de derechos humanos nacionales e internacionales que obliguen al Estado a que lo respete, si ellos voluntariamente no lo quieren hacer. De esta manera garantizar que se proteja y no lo vulneren, de lo contrario seguiremos sumergidos, en la pobreza y en la ignorancia. Es importante encaminar acciones para mejorar la calidad de la educación en México y salir del actual rezago educativo.