La división de poderes en nuestro país representa un equilibrio en el poder y forma parte de la estructura del Estado Mexicano que es libre y soberano.

 En esta división de poderes se encuentra el Poder Ejecutivo, encabezado por el Presidente de la República y sus Secretarios de Estado.

De acuerdo con el artículo 26 de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, el Poder Ejecutivo cuenta con las siguientes dependencias:

1. Secretaría de Gobernación;
2. Secretaría de Relaciones Exteriores;
3. Secretaría de la Defensa Nacional;
4. Secretaría de Marina;
5. Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana;
6. Secretaría de Hacienda y Crédito Público;
7. Secretaría de Bienestar;
8. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales;
9. Secretaría de Energía;
10. Secretaría de Economía;
11. Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural;
12. Secretaría de Comunicaciones y Transportes;
13. Secretaría de la Función Pública;
14. Secretaría de Educación Pública;
15. Secretaría de Salud;
16. Secretaría del Trabajo y Previsión Social;
17. Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano;
18. Secretaría de Cultura;
19. Secretaría de Turismo, y
20. Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal.

Aunque sabemos que deben existir personas que encabecen cada una de estas dependencias o mejor conocidas como Secretarías de Estado; en estos últimos tres años, al único que se conoce es al Presidente de la República.

Esto no significa que la sociedad mexicana esta interesada en solo conocer al mandatario presidencial; sino más bien, se ha hecho una política de estado en donde diariamente tenemos a un Presidente que acapara los reflectores a través de su programa matutino que le ha sido designado en radio, televisión y redes sociales.

Lo cual ha provocado que la sociedad vea ese programa -las mañaneras- para saber que esta haciendo el gobierno, aunque a veces, más pareciera ser un programa para mantener vigente la figura presidencial.

Lo cierto, es que nadie sabe lo que realmente esta sucediendo o que están haciendo en cada una de las 20 dependencias que se han enlistado. Sin dejar de mencionar, que muchas de estas tienen entre sus atribuciones y facultades resolver y atender temas de suma importancia para el país y para nosotros: LA SOCIEDAD.

Ello trae como consecuencia, que se perciba una gestión en donde nadie puede decir nada, solo el Presidente de la República. Incluso si esto fuera cierto, los mismos Secretarios de Estado estarían siendo omisos en la rendición de cuentas y la transparencia lo que podría traer como consecuencia responsabilidades administrativas.

Todo lo anterior, ha provocado que muchos mexicanos no sepan sobre la existencia de estas Secretarías de Estado; mucho menos quienes las encabezan y cuales son las obligaciones y funciones que tienen cada una de ellas.

En épocas pasadas, las y los Secretarios de Estado eran y podían ser más proactivos y salían a comunicarle a la sociedad lo que sucedía en sus áreas.

Sin embargo, hoy no se sabe que esta sucediendo en esas Secretarías; y por supuesto, el titular de Ejecutivo no puede dar información exacta de cada una de éstas, por obvias razones. Provocando que la sociedad este desinformada.

Precisamente, esa mordaza que se les ha puesto a las y los Secretarios de Estado, ha provocado que la sociedad no se entere de lo bien o mal que están actuando en las áreas, recordemos que la rendición de cuentas y la transparencia de las Secretarías es parte de la democracia, el combate a la corrupción y el desarrollo del país.

El hecho de que existan las Secretarías de Estado es precisamente para que el Presidente de la República delegue funciones a sus Secretarios, porque ellos son los especialistas en las materias que atienden en sus áreas y; por supuesto, deben ser los responsables de informarle a la sociedad puntualmente que es lo que hacen.

Pero si el titular del Ejecutivo quiere cumplir con sus funciones constitucionales, y a su vez ser la imagen y la representación de todas las Secretarías de Estado, provoca que ni él cumple adecuadamente con las propias y mucho menos deja que sus Secretarios se hagan cargo y se hagan responsables de sus acciones, de sus actividades y de lo que esta haciendo cada una de sus áreas.

Simplemente hay que imaginar que en una Secretaria de Estado se manejan cientos de temas. Por ejemplo, y de acuerdo con su Reglamento Interior, en la Secretaria de Gobernación operan 3 subsecretarias entre ellas la de Derechos Humanos, Población y Migración; y de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos.

Además, cuenta con 44 Unidades Administrativas, como la Dirección General de Prevención Social del Delito y la Reconstrucción del Tejido Social; 8 órganos administrativos desconcentrados, siendo estos:

1. Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal;
2. Instituto Nacional de Migración;
3. Secretaría General del Consejo Nacional de Población;
4. Coordinación General de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados;
5. Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres;
6. Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes;
7. Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, y
8. Coordinación para la Atención Integral de la Migración en la Frontera Sur.

Luego entonces, ¿todas estas áreas que han estado haciendo?, ninguno de estos titulares es entrevistado o cuestionado sobre las funciones que han estado desempeñando en estos últimos tres años.

Si a caso, han emitido uno que otro informe, y eso por que la ley se los ordena no por que tengan que cumplir con una responsabilidad de transparencia o de rendición de cuentas.

Incluso en la pandemia, recuerdo haber escuchado dos o tres veces al Secretario de Salud; pues hay que recordar que Hugo López Gatell es Subsecretario, pues el Secretario es Jorge Alcocer Varela nacido en la Ciudad de México en 1946.

Y así, nos podemos cuestionar sobre cada una de las Secretarías de Estado: ¿qué han estado haciendo?, y ¿cuándo los vamos a escuchar o siquiera a conocer?