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En el despacho de la semana pasada, comentamos que la elección de la nueva presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Perla Gómez, había estado más arreglada que una pelea de El “Canelo”  Alvarez y que las autoridades del GDF metieron las manos, los pies y todo lo que pudieron.

También, aseguramos que en política no había nada gratis, y ahora se sabe que Perla Gómez, una vez que tomó posesión del cargo, ya empezó a pagar los favores políticos. Nada menos que al el secretario de Gobierno, Héctor Serrano Cortés, quien cargó los dados a favor de Perlita.

Resulta que un semanario publicó, en su último número, los pormenores de la elección de Perla, en los que se nota, de aquí a China, la mano negra de las autoridades capitalinas. Esto pone en duda en duda la legitimidad y autonomía de la nueva presidenta de la CDHDF.

Una perla de lo sucedido es más que suficiente: Perla nombró como Tercer Visitador al compadre de Serrano Cortés. El afortunado se llama Sergio Jesús González Muñoz, compadre del funcionario capitalino desde agosto.

Sin duda, González Muñoz es un profesionista respetable en temas electorales, pero de la noche a la mañana fue convertido en especialista de temas de derechos humanos y empezará a trabajar asuntos derechos económicos, sociales, culturales y ambientales de la ciudad.

Por su parte, Manuel Fuentes Muñoz, consejero de la CDHDF, se quejó ante las autoridades y pidió un amparo en donde pide anular el proceso que llevó a Perla a la silla principal de la oficina de los derechos humanos.

Sucedidos capitalinos

En su colaboración en una radiodifusora, el presidente de la Comisión de Gobierno de la ALDF, diputado Manuel Granados. Ufano, sin que la ganara la risa, aseguró que este órgano deliberativo se había sacado un 10 en transparencia y rendición de cuentas. Sin embargo, la realidad lo desmintió contundentemente, pues de acuerdo a una nota de un periódico los diputados de Donceles y Allende se fueron de viaje a practicar el llamado y socorrido turismo legislativo y gastaron un millón 150 mil del erario capitalino en siete viajes internacionales y tres nacionales…Y a pesar de las declaraciones de “Granaditos”, así lo motejan en los corrillos del Recinto, nadie ha rendido cuentas ni trasparentado el monto de estos viajes, que son financiados con los recursos del erario.