casas quedaron destruidas por el alud que se registró tras unas intensas precipitaciones en el pueblo de Koslanda, a unos 200 kilómetros al este de la capital, Colombo.
Por el momento se desconoce la cifra exacta de desaparecidos. "En esta zona viven unas 300 personas, pero 75 niños habían ido a la escuela, otros al trabajo en las plantaciones de té", dijo Amaraweera.
Debido al mal tiempo y al peligro de nuevos corrimientos de tierra se suspendieron las tareas de rescate.
Testigos informaron por teléfono de las dimensiones de la catástrofe en la población: "Las casas, el templo y los comercios que antes estaban ahí ya no se ven. Resulta difícil imaginarse que haya podido sobrevivir alguien", dijo Ragunatham Sundaram, un empleado local.
Según un portavoz del Ejército, 500 soldados participan con excavadoras y equipos militares en las tareas de rescate. El presidente de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, ordenó enviar más tropas de salvamento.
En la región existe desde hace años un riesgo alto de corrimientos de tierra, dijo Sarath Lal Kumara, portavoz del servicio de Protección Civil.