El Banco de México, dirigido por su gobernador, Alejandro Díaz de León, redujo los costos crediticios en medio punto a 4,5% anual, en línea con lo pronosticado por 22 de 24 economistas en una encuesta de Bloomberg News. Los otros dos esperaban un recorte de un cuarto de punto.

Los encargados de política monetaria están atrapados entre el reciente repunte de la inflación y las perspectivas de la peor contracción económica en casi un siglo mientras la pandemia del coronavirus perjudica la demanda. Eso llevó a algunas diferencias de opinión entre economistas, que lo consideran el final del ciclo de flexibilización, e inversionistas, que creen que aún hay margen para un recorte más de las tasas.

Analistas encuestados por Citibanamex esperan que el banco central mantenga las tasas en 4,5% hasta fines del próximo año. Las tasas de swap muestran que los operadores han reducido las apuestas por una mayor flexibilización, pero aún pronostican una reducción de un cuarto de punto tras la decisión de esta semana.

“Creo que Banxico tiene una decisión difícil porque la actividad económica se ha colapsado pero la inflación está arriba del objetivo y recientemente ha ido aumentando”, dijo antes de la decisión Carlos Capistrán, economista de Bank of America con sede en Nueva York. Capistrán, que se opone al consenso, dice que el banco central probablemente reducirá los costos de endeudamiento en solo un cuarto de punto el jueves.

El banco ya ha rebajado las tasas 10 veces durante el último año, desde 8,25%, la racha de flexibilización más larga al menos desde que México adoptó formalmente un objetivo de tasa de interés operativa en 2008.

A pesar de algunas variaciones, existe un consenso cada vez mayor de que se acerca el fin de los recortes de tasas después de que México registrara el mayor aumento del costo de vida en ocho meses en medio de un aumento en los precios de la energía. El alza de precios de julio llevó la inflación anual a 3,62%, por encima del punto medio de 3% del rango objetivo del banco central.