afirmó este viernes António Guterres y urgió a la comunidad internacional a actuar con determinación frente a la catástrofe humanitaria que se desarrolla a la vista de todo el mundo,
En el primer discurso jamás pronunciado por un Secretario General de la ONU ante la Asamblea Global de Amnistía Internacional, además de denunciar categóricamente la devastación en Gaza a causa del “implacable ataque israelí”, Guterres rindió homenaje al trabajo incansable de esa organización como bastión de la dignidad humana en tiempos de creciente represión y autoritarismo.
En su participación vía teleconferencia, Guterres recordó que ha condenado desde el inicio los ataque de Hamas en el sur de Israel el 7 de octubre de 2023, pero, insistió en que “nada justifica la explosión de muerte y destrucción que ha ocurrido desde entonces” en Gaza.
::: Indiferencia e inacción internacional
Tras describir el desolador escenario en el que la violencia ha superado los precedentes recientes, lamentó la indiferencia generalizada de la comunidad internacional.
“No puedo explicar el nivel de indiferencia e inacción que vemos por parte de muchos actores internacionales. La falta de compasión. La falta de verdad. La falta de humanidad”, deploró.
Guterres subrayó que los propios trabajadores humanitarios de la ONU en Gaza, muchos de ellos desnutridos y al borde del colapso, “dicen que no se sienten ni vivos ni muertos”, y reportó con horror que los niños “hablan de querer ir al cielo porque allí, al menos, hay comida”.
“Mantenemos videollamadas con nuestros trabajadores humanitarios en Gaza que se mueren de hambre ante nuestros ojos (…) Seguiremos alzando la voz en cada oportunidad, pero las palabras no alimentan a los niños”, enfatizó.
Las cifras de la ONU indican que del 27 de mayo a la fecha, más de 1000 palestinos han sido asesinados mientras intentaban acceder a alimentos. “No murieron en combate, sino en desesperación, mientras toda la población se muere de hambre”, recalcó.
Frente a esta tragedia, Guterres pidió un alto el fuego inmediato y permanente, la liberación incondicional de todos los rehenes, el acceso humanitario sin restricciones y “medidas urgentes, concretas e irreversibles hacia una solución de dos Estados”.
“La ONU está lista. Tenemos planes finalizados para ampliar masivamente nuestras operaciones humanitarias en Gaza en cuanto se establezca un alto el fuego. Sabemos qué funciona y qué no funciona”, dijo.
El Secretario General António Guterres se dirige a la Asamblea Global de Amnistía Internacional.
::: Pilar indispensable de la justicia global
El titular de la ONU encomió el trabajo de Amnistía Internacional por su legado y su papel fundamental en la defensa de los derechos humanos. Recordó su fundación en 1960, motivada por la indignación del abogado británico Peter Benenson al leer en el periódico que el régimen dictatorial portugués, el país de origen de Guterres, había encarcelado a dos estudiantes por brindar por la libertad.
Desde entonces, dijo, Amnistía ha sido “valiente, con principios e incansable”, logrando liberar presos de conciencia, impulsar tratados internacionales como la Convención contra la Tortura, y ganar incluso el Premio Nobel de la Paz.
“Su trabajo refleja verdades que yo viví bajo la dictadura: que la moralidad exige el coraje de oponerse a la opresión, que la solidaridad y la justicia son personales y globales, y que la lucha por la libertad en un continente puede resonar en todo el mundo”, apuntó.
El mundo necesita hoy más que nunca a organizaciones como Amnistía Internacional. “Necesitamos su valentía, su creatividad, su claridad. Necesitamos sus movimientos arraigados en las comunidades que obligan a los líderes a no cerrar los ojos ante sus obligaciones”, declaró.
Además, apoyó lo que esa organización ha llamado “alborotar”, argumentando que es el tipo de alboroto que “desafía la complacencia y la inacción, que expone la injusticia y que impulsa el cambio duradero”.
::: Resurgimiento mundial del autoritarismo
Guterres advirtió sobre un alarmante resurgimiento mundial del autoritarismo que “contamina a algunas democracias”. No se trata de eventos aislados, se ha contagiado globalmente, agregó.
“La oposición política es aplastada, la rendición de cuentas desmantelada, la igualdad y la no discriminación pisoteadas, el estado de derecho ignorado y la sociedad civil asfixiada”, enumeró.
La lista de violaciones de las garantías fundamentales incluye también la abolición de los derechos de las mujeres -particularmente en Afganistán, los asesinatos y acoso a periodistas y activistas, los castigos a las minorías, entre otros abusos.
Guterres también repudió el papel de las redes sociales amplificando el odio y la desinformación. “Muchos algoritmos están premiando lo peor de la humanidad: fomentando mentiras, racismo, misoginia y divisiones”.
En cuanto a la labor de la ONU, sostuvo que, pese a sus limitaciones financieras, mantiene como pilar central la defensa de los derechos humanos, aludiendo a iniciativas como la ONU80, que busca renovar el multilateralismo, y el Llamado a la Acción por los Derechos Humanos, que moviliza a todo el sistema de Naciones Unidas en esa dirección.
Asimismo, respaldó la labor de Amnistía Internacional en temas clave como la justicia climática, la defensa del espacio cívico, la igualdad de género y la reforma del sistema financiero internacional.
::: Estamos en el lado correcto de la historia, no nos rindamos nunca
Antes de finalizar, Guterres aseguró que Amnistía Internacional está en el lado correcto de la historia al defender la libertad.
“Cuando [ustedes] defienden los derechos humanos, están del lado correcto. Esa es su historia (…) Su valentía sigue cambiando vidas. Su persistencia está cambiando el curso de la historia”, aseguró.
El Secretario General concluyó con un llamado a la acción urgente: “Sigamos adelante. Sigamos luchando. Enfrentemos este momento con la urgencia que exige. Y nunca, nunca nos rindamos”.