de dólares, lo que representa el mayor acuerdo hasta la fecha con la isla. Aunque está pendiente de aprobación por el Congreso, el trato refuerza la alianza estratégica en un contexto de tensiones con Pekín, que considera a Taiwán una provincia renegada.
Pekín, como ya es habitual, protestó enérgicamente contra la venta de armas. "Instamos a Estados Unidos a que cese inmediatamente el envío de armamento a Taiwán y deje de tolerar y apoyar a las fuerzas independentistas de Taiwán”, declaró el jueves 18.12.2025 un portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Gobierno chino.
Por su parte, Taipéi declaró tras el anuncio de la Casa Blanca que estaba sinceramente agradecido con Washington. Aunque Estados Unidos no mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, sigue siendo el principal apoyo de la isla y está obligado por ley a venderle armas para su autodefensa.
::: Defensa contra ataques de China continental
El acuerdo es la segunda venta de armas a Taiwán bajo el segundo mandato de Trump desde principios de 2025. A mediados de noviembre, el Gobierno estadounidense decidió la venta de piezas de repuesto para aviones de combate por valor de 330 millones de dólares. El paquete actual incluye ocho sistemas de armas, entre ellos sistemas de misiles HIMARS, obuses, misiles antitanque y drones.
"Desde el punto de vista operativo, se trata de un paquete importante”, afirma David Sacks, investigador de estudios asiáticos del think tank estadounidense Council on Foreign Relations, al evaluar la venta de armas prevista. Según él, está claramente orientada a dotar a Taiwán de la capacidad de repeler una invasión china.
En los últimos años, China ha intensificado la presión militar sobre Taiwán mediante frecuentes aproximaciones a la isla con aviones, patrullas navales y actividades de la guardia costera. Taiwán cuenta con un ejército considerablemente menor. "Taiwán está desarrollando las capacidades asimétricas necesarias”, afirma Sacks. En un escenario bélico, se habla de "capacidad asimétrica” cuando el más débil utiliza métodos no convencionales para obtener ventajas.
::: EEUU reafirma su alianza con Taiwán
En Taiwán crecen sin embargo las dudas sobre las garantías de seguridad de EE.UU., ya que el presidente estadounidense, Donald Trump, busca activamente un acercamiento a la República Popular China para encontrar soluciones viables a la guerra comercial entre ambos países.
La nueva estrategia de seguridad nacional del Gobierno estadounidense, publicada antes del anuncio del acuerdo armamentístico, se centra en la competencia comercial con China. El documento afirma que la estabilidad económica bajo el liderazgo de EE. UU. es la mejor base para disuadir a China en la región del Indo-Pacífico. "El mayor paquete de venta de armas a Taiwán hasta la fecha debería contribuir a disipar algunas de las preocupaciones”, afirma Sacks en entrevista con DW en referencia a las inquietudes de Taipéi.
Trump ha demostrado en su segundo mandato que Estados Unidos seguirá apoyando una disuasión firme en el Indo-Pacífico y en el estrecho de Taiwán, afirma el experto Sacks. "Sin embargo, Estados Unidos hará menos por apoyar simbólicamente a Taiwán en el ámbito político”. La estrategia de seguridad presta poca atención a la competencia entre la democracia y la autocracia.
::: 5% del PIB para armamento hasta 2030
En respuesta al paquete de armas de EE.UU., la Presidencia de Taiwán ha reafirmado su plan de aumentar el gasto en defensa hasta más del 3% del producto interno bruto en 2026 y hasta el 5% en 2030.
Ya en noviembre, el presidente Lai Ching-te había anunciado que invertiría 40.000 millones de dólares adicionales en un fondo especial para defensa durante los próximos ocho años. Este plan aún necesita la aprobación de la oposición, que cuenta con 63 de los 113 escaños del Parlamento.