Centenares de organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, sindicales y humanitarias, con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo al frente, volvieron a repudiar el asalto al poder por militares respaldados por civiles el 24 de marzo de 1976.
La novedad en la tradicional evocación de este año fue el reclamo de profundizar las investigaciones sobre lo actuado en la dictadura por empresarios y funcionarios judiciales.
“La justicia empieza a tener que reconocer la parte civil del golpe incluidos algunos miembros de su corporación”, dijo al cerrar el acto central en Buenos Aires la líder de Abuelas, Estela de Carlotto.
Carlotto dijo que “los grupos económicos también fueron la dictadura, no pueden quedar impunes”. Hace una semana murió uno de los ideólogos del régimen, el ex ministro de Economía y magnate José Martínez de Hoz, quien a los 87 años cumplía prisión domiciliaria por el secuestro de empresarios para adueñarse de sus bienes.
“Treinta mil compañeros detenidos-desaparecidos, presentes, ahora y siempre”, rezó un gran cartel de los organismos de derechos humanos en la Plaza de Mayo, delante de la Casa Rosada (gobierno), donde se instaló el palco principal del acto.