La revista, en su versión en Internet, informó hoy de que el Ejecutivo de Berlín se toma "muy en serio" los indicios que apuntan a que las conversaciones de Merkel fueron objeto del espionaje de EU. Por ese motivo la canciller telefoneó hoy a Obama, le trasladó su protesta y le exigió que aclare las sospechas existentes, según señaló a Der Spiegel el portavoz de Merkel, Steffen Seibert.