Mohamad Abu Khdeir, de 16 años, fue secuestrado en Shuafat, un barrio de Jerusalén oriental. Su cuerpo fue hallado calcinado, horas más tarde en un bosque al oeste de Jerusalén, en un aparente acto de venganza por el asesinato de tres jóvenes israelíes.

Los forenses encontraron humo en sus pulmones, lo que significa que estaba vivo cuando fue quemado, informó la agencia Maan, que cita al fiscal general de los Territorios Palestinos, Mohamed Aluweiwi.

Abu Khdeir sufrió también un golpe en la cabeza, pero esa contusión no causó su muerte, añadió Aluweiwi.

El ministro palestino a cargo de Jerusalén, Adnan al Huseini, estimó que los autores del asesinato eran colonos israelíes.

“Precio a pagar”

Desde hace años, colonos israelíes ultraderechistas aplican la llamada política del "precio a pagar”, que consiste en atacar objetivos palestinos y árabes, también puede dirigirse contra las fuerzas armadas de Israel o israelíes de izquierda.

La policía israelí dijo ayer que por el momento no pueden confirmar si el asesinato del menor fue en represalia por el de los tres jóvenes israelíes, secuestrados el 12 de junio y que sus cadáveres fueron encontrados el lunes pasado.

En el funeral del adolescente, donde participaron miles de palestinos, dio lugar a disturbios en Jerusalén Oriental, en el tercer día consecutivo de violencia desde el hallazgo de su cadáver.

Los disturbios se propagaron a tres localidades árabes-israelíes del centro y del noreste de Israel, Taibe, Jaljulia y Qalansuwa, donde un automóvil fue incendiado, después de haber hecho salir de él a su dueño, un judío-israelí, indicó la policía, que agregó que había detenido a más de 10 árabes israelíes.