encuentran diez mujeres en huelga de hambre para exigir la liberación de sus hijos en manos del régimen orteguista.


En el recinto, donde las autoridades ya les han privado de los servicios básicos como luz y agua, las mujeres cumplieron hoy cuatro días en ayuno como protesta pacífica, sin embargo, han sufrido hostigamiento y agresiones por parte de las fuerzas policiales que han cercado el recinto.


Las madres han recibido comentarios como: “se van a morir” y otras frases intimidantes por parte de los agentes, según denuncia Yonarqui Martínez, defensora de derechos humanos conocida como “la abogada de los presos políticos” y quien se encuentra también atrapada en el sitio.


Las acompaña el párroco de San Miguel, Edwing Román, quien a través de sus redes sociales ha denunciado las agresiones que enfrentan no sólo las manifestantes, sino también quienes se acercan a la iglesia.


“Cinco señoras mayores vinieron a cantar el Ángelus a las afueras de la Parroquia al medio día y fueron agredidas por diez policías y sacadas del perímetro”, reportó hoy el líder religioso en su cuenta de Twitter.


El acceso al lugar está restringido tanto para simpatizantes de la causa como para medios de comunicación y quien se acerca corren el riesgo de ser detenido, como 13 jóvenes que el pasado jueves intentaron pasar agua a la parroquia y fueron llevados a la cárcel de El Chipote, en Managua.


La acción de la Iglesia


Por su parte, el arzobispo de Managua Leopoldo Brenes ha sido criticado por no emprender acciones a favor del párroco y las personas atrapadas en la iglesia.


En respuesta, el nicaragüense destacó para la televisora local Canal 10 que ya se ha comunicado el asedio al Vaticano y exigió que se reinstalen los servicios a la brevedad, ya que las mujeres se encuentran débiles y Román podría presentar complicaciones de salud porque padece de diabetes.


Las víctimas del cerco policial han recibido muestras de solidaridad por parte de la comunidad internacional, principalmente de España y Costa Rica, quienes se han pronunciado en contra del uso de la violencia y de la represión por parte del gobierno de Daniel Ortega.


De igual forma, la arquidiócesis de Managua emitió un pronunciamiento donde piden el retiro de la policía de los alrededores del templo, ya que obstaculizan las actividades y ponen en riesgo la integridad de las activistas, el párroco y quienes las acompañan.


Las madres de presos políticos esperan que sus hijos sean liberados antes de Navidad, por lo que han afirmado que se mantendrán firmes en su ayuno y no cederán a las presiones del gobierno en un contexto donde al menos 328 personas han muerto tras el estallido de la crisis política en abril de 2018.