fue recibido con solemnidad en el castillo de Windsor por la monarquía británica. La visita, la primera oficial a Reino Unido, se lleva a cabo lejos de Londres y de las manifestaciones en su contra.

Trump y su esposa Melania, que llegaron el martes por la noche a Londres, fueron recibidos al bajar del helicóptero, que les transportó desde la capital, por los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, y los reyes Carlos III y Camila en el inicio de esta segunda visita de Estado del presidente estadounidense, tras la de 2019, en su primer mandato.

El dirigente estadounidense pasó revista a una guardia de honor en el patio del castillo, en una ceremonia militar sin precedentes, en la que participaron unos 1.300 miembros del Ejército británico. Después, Trump y Melania depositaron una corona de flores en la tumba de Isabel II, en la Capilla de San Jorge del castillo de Windsor.

 

::: Intercambio de regalos

Carlos y Camila ofrecieron al presidente estadounidense la bandera británica que ondeaba sobre el Palacio de Buckingham el día de su investidura, el 20 de enero. También obsequiaron a la primera dama estadounidense con un cuenco de plata y esmalte, típico de Irlanda del Norte, y un bolso Anya Hindmarch personalizado. Todo ello, junto a un marco de fotos de plata grabado con el monograma de la monarquía.

Por su parte, Donald y Melania Trump regalaron a los monarcas una réplica de una espada del presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower, recordando "la asociación histórica decisiva para ganar la Segunda Guerra Mundial", según un comunicado de Buckingham. También regalaron a la reina Camila un broche de flor de Tiffany, elaborado con oro de 18 quilates, diamantes y rubíes.

 

::: Protestas en Londres

Miles de personas se manifestaron el miércoles en el centro de Londres contra Trump, aunque hubo previametne otras protestas. La concentración, organizada a instancias del grupo "Stop Trump", estuvo vigilada por más de 1.600 miembros de las fuerzas de seguridad, indicó la policía de Londres. Algunas de las pancartas de los congregados rezaban lemas como "Los migrantes son bienvenidos, Trump no es bienvenido", "No al racismo, no a Trump" o "Bombardear niños en Gaza y festejar en Reino Unido".

Tampoco en la jornada final de su visita (que fue anunciada en julio), el próximo jueves, Trump se acercará a Londres. En su lugar irá a Chequers, a unos 70 km de la capital, para reunirse con Starmer en la residencia oficial campestre del primer ministro.