En un artículo divulgado por su abogada Estela Valdivia y que escribió en su celda de la Base Naval del puerto de El Callao, donde purga una condena de 25 años de cárcel, Montesinos dijo que Perú está en pleno “shock” por la oleada de extrema violencia.

Añadió que la delincuencia organizada “ha desatado un clima adverso que viene causando no sólo una comprensible indignación de la población y un elevado temor y zozobra debido a los altos niveles de peligrosidad que representan estas agrupaciones”.

Montesinos aseguró que la calidad de vida de los ciudadanos y de la democracia “se ven amenazadas gravemente” por el factor de perturbación que generan las bandas organizadas contra la seguridad nacional.

Indicó que una de las funciones del estado de derecho es poder garantizar la seguridad y defensa nacional, esto es, “asegurar la libertad y la democracia evitando los riesgos y amenazas que puedan constituir un peligro para la propia existencia del Estado”.

Recomendó hacer uso de la información de los servicios de inteligencia, cuya finalidad es poner a disposición de las autoridades información convenientemente elaborada, de manera oportuna, para que puedan tomar decisiones ante este riesgo.

Montesinos comentó que la inteligencia se ha erigido como uno de los elementos “fundamentales” en la toma de decisiones por parte de los responsables políticos a la hora de ejecutar políticas para proporcionar a la sociedad una seguridad “lo más efectiva posible”.

Esta tarea le compete a la Dirección Nacional de Inteligencia (Dini), pues una de sus funciones es producir inteligencia nacional destinada al presidente de la República y al Consejo de Ministros, recalcó el ex jefe de los servicios secretos peruanos.

Instó a las autoridades a ejecutar políticas encaminadas a proteger a la población de las amenazas internas contra su seguridad, en especial del accionar de organizaciones terroristas, del narcotráfico y del crimen organizado, entre otras.

Acotó que “todo el aparato del Estado peruano tendría que intervenir obligatoriamente para frenar esta segunda ola de violencia” que sufre el país, ya que la primera ola provino de Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA).