El fracaso del acuerdo destaca los cambios que están por venir para los trabajadores humanitarios si el Gobierno del presidente Bashar al-Assad y la oposición sellan un cese al fuego local en las conversaciones de paz que se llevan en cabo en Ginebra esta semana.

Las negociaciones buscan facilitar la entrega de ayuda a las áreas más afectadas por el conflicto.

Los esfuerzos humanitarios en Siria han sido obstaculizados por los enfrentamientos y los combatientes en ambos lados del conflicto, que a menudo intentan bloquear las entregas a las áreas controladas por sus oponentes.

Algunos trabajadores humanitarios dijeron que las fuerzas de Assad han usado el asedio en las áreas controladas por rebeldes cerca de la capital para matar de hambre a quienes están al interior, una táctica indiscriminada que afecta a los civiles.

Ha habido crecientes reportes de muertes y enfermedades por malnutrición por parte de los doctores presentes en esas áreas.

La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (UNRWA) dijo que autoridades sirias les garantizaron el 18 de enero que podrían entregar comida y otro tipo de ayuda en Yarmouk, un distrito de la capital que solía operar como un campo de refugiados palestinos.

Se han reportado unas 15 muertes por malnutrición en el distrito de Yarmouk, donde los residentes han permanecido atrapados por meses, con los rebeldes bajo el asedio del Ejército.