En este contexto, el Banco Central mantuvo su estrategia de regular la liquidez para controlar los precios de la moneda doméstica en la plaza mayorista.
Operadores coinciden en que los inversores miran cada vez con más atención las cuestiones políticas de cara a las elecciones generales que se llevarán a cabo en octubre, en las que la presidenta Cristina Fernández no podrá buscar un tercer mandato de acuerdo a la constitución.
La economía con síntomas de estancamiento y las presiones de una alta inflación son otros condicionantes para actuar en el mercado de capitales.