Este lunes, la moneda británica perdió alrededor de un 1,3 por ciento en relación al dólar y se cambiaba a 1,6120. Respecto al euro, la caída era parecida para situarse en torno a 1,24. Por su parte, el índice FTSE de Londres se dejó un 0,3 por ciento y arrastró al resto de bolsas europeas.

“Ahora, en el Reino Unido tenemos una gran red diplomática, muy enfocada en la promoción”, advierte con temor David Frost, responsable de la Asociación Escocea del Whisky. “El país es bastante grande, con influencia para ayudar a la industria y podría no ser lo mismo si Escocia es independiente”.

El líder nacionalista, Alex Salmond, promete conservar la libra esterlina como divisa si Escocia es independiente. Pero el primer ministro británico, David Cameron, ya ha dicho que se negará.

“Diría que voto Sí por un futuro mejor”, declara mucho más confiado el restaurador Andrew Failie. “Pienso que necesitamos votar por un cambio y el único camino para que se produzca es votar Sí y votar por un gobierno soberano”.

Otro tema de fuerte debate son los recursos petrolíferos, que los nacionalistas estiman en 24.000 millones de barriles y algunos empresarios rebajan a la mitad. En función de unas cifras u otras, el déficit público podría ser considerablemente diferente. Otras cuestiones pendientes son la deuda británica compartida y el futuro de los bancos Royal Bank of Scotland y Lloyds, parcialmente nacionalizados desde la crisis financiera.