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Inmersos en el proceso electoral 2014-2015, los mexicanos no podemos permitir que los partidos políticos antepongan su propio interés al interés público, y desencadenen conflictos, en el Instituto Nacional Electoral (INE), que es en donde deben tomarse las decisiones que darán certeza y transparencia a los comicios del próximo 7 de junio.

En estos momentos, es cuando el INE debe ser fortalecido por todos los partidos participantes de la contienda electoral. Así lo entendemos los ciudadanos que repudiamos el hecho de que la semana pasada, siete de los diez partidos políticos que integran el Consejo General del instituto, abandonaran la sesión como protesta por haberse omitido dos proyectos para prevenir el uso indebido de recursos públicos y para que los programas sociales no puedan ser utilizados con fines electorales.

Ante estas conductas generadoras de conflictos, los líderes nacionales del PAN y del PRD, Gustavo Madero Muñoz y Carlos Navarrete Ruíz, respectivamente, salieron a defender de inmediato, la decisión de sus representantes, acusando incluso, que un Consejero ha conformado un grupo al interior del INE, para imponer sus decisiones hasta por encima de su Consejero Presidente, Lorenzo Córdova, lo que habla de la poca seriedad con la que estos partidos asumen su representación en el instituto. Porque al final de cuentas, la integración del Consejo General del instituto fue aprobada en abril del 2014, por la Cámara de Diputados con 417 votos a favor, 41 en contra y 4 abstenciones, y por tanto, a estas alturas del partido, no es admisible que con sus conductas, le resten la seriedad que necesita la institución encargada de garantizar la democracia y la legitimidad de nuestras elecciones.

Finalmente, hace dos días, el pasado 25 de febrero, el INE aprobó las normas para el uso de programas sociales, uno de los principales temas en pugna entre los Consejeros, y en base a ello, confiamos en que habrá cero tolerancia para quienes incurran en alguna falta o cometan irregularidades con fines electorales a través de los programas sociales, que desde luego, continuarán atendiendo a la sociedad que los demanda.

De acuerdo con estas normas, los mecanismos de apoyo a la población de escasos recursos económicos, seguirán otorgándose, sólo que ya no habrá actos masivos, ni difusión de los mismos, para evitar suspicacias por parte de los partidos políticos.

Y aunque Gustavo Madero, insista en que el gobierno federal ejecuta sin control ciertos programas sociales, como la Cruzada Nacional Contra el Hambre; lo innegable de esta política masiva es el beneficio social que proporciona, por lo que está tan "visible" para muchos.

La Cruzada Nacional Contra el Hambre, fue implementada por el presidente Enrique Peña Nieto, en el 2013, y ha resultado ser tan exitosa, que se ha hecho acreedora al reconocimiento de la ONU, por concordar con su programa para erradicar la desnutrición en el mundo, Hambre Cero; actualmente proporciona alimentación oportuna y adecuada a 3 millones de mexicanos. De ese tamaño.

En el Estado de México, desde el 15 de marzo de 2013, se respaldó este programa federal, cuando el gobernador Eruviel Ávila Villegas, firmó el Acuerdo Integral para el Desarrollo Social Incluyente, con el cual se define una orientación específica del gasto social ejercido por ambos gobiernos hacia un conjunto amplio de acciones que permitan el combate efectivo de la pobreza en el Estado de México, especialmente las vinculadas a esta Cruzada.

Pero además, el Ejecutivo estatal ha implementadodiversas políticas transversales que garantizan una mayor efectividad en la eliminación del hambre, una de ellas, opera desde el pasado 26 de febrero, con la firma del Convenio de Coordinación celebrado entre el Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial (ICATI) y la delegación federal de la SEDESOL en la entidad, con este acuerdo. el organismo estatal se comprometió a brindar capacitación en preparación de alimentos, nutrición y gastronomía, a los integrantes de las Comisiones de Alimentación de los Comedores Comunitarios establecidos en el Estado de México, fortaleciendo así, la operatividad de la estrategia, para que los mexiquenses con problemas de desnutrición o en riesgo de padecerla, reciban alimentos en calidad y cantidad suficientes para abatir este problema, al tiempo que la capacitación laboral brinda a los trabajadores mejores oportunidades de ser productivos y allegarse el bienestar económico.