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El 7 de Febrero de 1962, Estados Unidos establecía un embargo económico sobre Cuba, la medida provenía claro, como resultado de la Guerra Fría con la entonces Unión Soviética y  de las expropiaciones surgidas de la revolución cubana en detrimento de los americanos,

que a través de ellas se veían desposeídos de sus antiguos privilegios; no sería hasta el 17 de Diciembre de 2014 cuando de parte del mismo Barack Obama, se daría el anunció del restablecimiento de las relaciones bilaterales entre ambos países.

15 meses después de ese anuncio y en la tercera reunión que establecen los mandatarios de Cuba y Estados Unidos (recordemos que la primera se produjo en Abril de 2015 en el marco de la Cumbre de las Américas celebrada en Panamá y la segunda, cinco meses después, en Naciones Unidas, Nueva York) el Presidente de los Estados Unidos se ha hecho presente en la Isla, hecho que por sí mismo representa ya todo un acontecimiento, máxime, si estamos hablando de un día que tardó en llegar 88 años, la última visita fue de Calvin Cooldige en enero de 1928 para asistir a la VI Conferencia Panamericana.

Antes de reunirse con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución, Obama rindió honores al independentista José Martí en la Habana e inmediatamente después recibió las propuestas claras de su homólogo cubano: El fin del bloqueo económico sobre Cuba y la recuperación de Guantánamo. “El Bloqueo es el obstáculo más importante para nuestro desarrollo económico y su eliminación es esencial para normalizar la relaciones bilaterales”, sentenció Raúl Castro.

La pregunta obligada es: ¿Realmente se levantará el embargo que pesa sobre la Isla? Y la respuesta al menos en opinión propia, es que aún es indeterminable; si bien el Presidente Obama ha mostrado en diversas ocasiones su voluntad y disposición de relajar o de terminar con ese instrumento de subyugación, la realidad es que en el Congreso Estadounidense es donde se decidiría el asunto, y por lo pronto se encuentra en manos de su oposición Republicana, a eso debemos sumarle que la gestión del actual presidente estadounidense termina el próximo Noviembre y ese mismo mes se elige a nuevo mandatario, que muy probablemente resulte ser contrario a su partido. 

Con este contexto a cuestas, podemos decir que la actual visita es ciertamente bien intencionada, además, Obama no ha llegado con las manos vacías, pues junto con el arribaron varias empresas a la Isla, tales como Google, Western Union, Starwood y Sheraton, hecho que es congruente con su posición. 

Finalizo mencionando, que a manera razonable, esta visita puede tomarse como la antesala de lo que a través de los años pudiera finalmente traducirse en la mayor petición cubana en estos días, sin embargo, se necesitarán más acuerdos que generen las condiciones y principalmente la confianza de Estados Unidos para terminar con su embargo.