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El tablero de ajedrez que bien puede representar el poder mundial se reconfigura nuevamente, los dueños de las piezas, me refiero por supuesto a aquellas naciones que poseen una hegemonía presente en distintas partes del orbe, han comenzado

ya a tomar sus correspondientes saques, en esta ocasión los frentes donde tomará lugar la siguiente partida parecen definirse cada vez más; primeramente el medio oriente, siendo precisos en Siria y Afganistán y recientemente en Corea del Norte. Y los verdaderos contendientes son ya viejos conocidos: Estados Unidos y Rusia, aunque en esta ocasión también China.

Luego del incidente con Ucrania, Rusia comenzó a reposicionarse en Medio Oriente a través del restablecimiento de relaciones diplomáticas con varias naciones de la región entre ellas Siria y también la instalación o mejoramiento de instalaciones militares que posee en esa zona. Por su parte, Corea del Norte quien es aliada de China, desde la década de los 90 había comenzado a fortalecer su armamento tanto balístico como nuclear, evadiendo resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, sin embargo, ambos hechos no habían significado una inestabilidad que pudiera afectar la paz mundial.

A la par que esto sucede, al otro lado del Atlántico, en Estados Unidos después de las campañas electorales para la sucesión del entonces presidente OBAMA; inesperadamente y para sorpresa de todos DONALD TRUMP tomaría una fuerza imparable que a la postre le llevaría a la oficina oval, siendo su lema de campaña: “América First”. En efecto, su discurso proteccionista, que buscaba aislar a Estados Unidos del resto del mundo en pro de una mejora económica, permeo en el electorado estadounidense y promesas como salir del TLC, un muro que aislara a su país y la recuperación de empleos dignos para trabajadores americanos le dieron la victoria. En una palabra. Donald Trump prometía atención inmediata hacia los asuntos de casa y dejaba en segundo sitio a la política intervencionista que había caracterizado a EU desde el término de la Segunda Guerra Mundial, prueba de ello fueron las declaraciones que condenaban las ocupaciones militares de Barak Obama y hasta la desacreditación verbal hacia la OTAN.

Pues bien, toda esa política e intenciones cambiaron drásticamente en cuestión de semanas, en menos de un mes Estados Unidos ha realizado acciones militares en tres naciones: Afganistán, soltando la bomba no nuclear más potente que poseen; en Siria con el lanzamiento de casi cincuenta misiles contra una de sus bases aéreas y finalmente él envió de un porta aviones y tres buques antimisiles cerca de las costas de Corea del Norte. En suma, en menos de un mes, Estados Unidos ha hecho frente al Estado Islámico, y a los regímenes de BASHAR AL–ASAD y KIM JONG-IN, dejando de lado su proteccionismo electoral.

En menos de un mes la nueva política de DONALD TRUMP ha provocado las reacciones de Rusia aliada de Siria y de China aliada de Corea del Norte, las declaraciones de los correspondientes diplomáticos están ahí, al alcance de cualquier internauta, y ambas condenan las acciones unilaterales y no consensadas de la nación Americana. Basta tener en cuenta que el fin de semana pasado un conflicto mayúsculo, con alcances nucleares, pudo haberse suscitado en Corea del Norte.

Con este panorama ¿Qué podría esperar México? Al menos en cualquier momento se volvería a retomar la renegociación del TLC. ¿Y que podría esperar el mundo con este tipo de cambios de opinión? Al parecer cualquier cosa. Lo realmente cierto, es que la paz que EU busca puede convertirse en una gran guerra en cualquier momento.