LO BLANCO y LO NEGRO 
El pasado mes de julio de 2019, el narcotraficante más buscado por Estados
Unidos, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, fue condenado a cadena perpetua en una corte federal del país vecino, por lo delitos de tráfico de cocaína, heroína y marihuana, además de 30 años de prisión por violencia con armas de fuego y 20 más por lavado de dinero.
Durante el último día de mandato del expresidente Barack Obama, Guzmán Loera fue extraditado, lo cual, según especialistas, sería una forma de recibir al ahora presidente Trump, para que la relación entre las naciones no fuera basada solo en economía y migración, también en materia de seguridad.
Sabemos que los mexicanos no somos del total agrado del presidente norteamericano y el lo ha declarado numerosas ocasiones al punto de insistir en la construcción del muro fronterizo, incluso con dinero que Guzmán generó gracias a su red de narcotráfico, secundando la propuesta del senador Ted Cruz, en febrero de este año.
El artículo 10 de nuestra Constitución, establece que: “los habitantes de los Estados Unidos Mexicanos tienen derecho a poseer armas en su domicilio, para su seguridad y legítima defensa, con excepción de las prohibidas por la ley federal y de las reservadas para el uso exclusivo del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Guardia Nacional. La ley federal determinará los casos, condiciones, requisitos y lugares en que se podrá autorizar a los habitantes la portación de armas”.
De acuerdo con la investigación de una joven investigadora de las Facultades de Ciencia Política y Gobierno y de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, en el mundo existen más de 875 millones de armas de fuego, en manos de civiles, militares y fuerza púbica y cada año se fabrican aproximadamente 8 millones de armas y entre 10 y 15 millones de municiones.
Respecto a la relación bilateral entre México y Estados Unidos, es en la frontera norte del primero con el segundo, donde se presenta un serio problema de tráfico de armas donde se han llegado a decomisar hasta el 70%.
Es preciso señalar que el discurso de odio que ha manejado el presidente Trump desde el inicio de su administración ha llegado al punto de que se presenten acontecimientos como el de días pasados en un centro comercial en El Paso Texas, donde murieron de 22 personas y hubo más de 24 heridos.
Pero no solo se han presentado tiroteos contra migrantes, incluso los ha habido entre conciudadanos norteamericanos, como el de 1999 en una secundaria, en Colorado o el de Parkland, Florida donde murieron 17 personas y 14 más fueron hospitalizadas.
La compra y uso de armas en Estados Unidos es muy sencillo, basta con tener 21 años, presentar licencia de conducir y llenar un formulario, lo cual es avalado por su Constitución, misma que establece que todos los ciudadanos del país, tiene derecho de comprar, portar y usar armas de fuego.
Lo anterior genera en definitiva un problema social bastante grave, pues acontecimientos contra ciudadanos representan un peligro constante, aunados al discurso del presidente. No se trata solo de ver y atacar los puntos negativos de tal o cual gobierno, la política de las naciones debe empezar por fortalecer la interna para poder garantizar la externa.