La península de Yucatán, zona económicamente dependiente del turismo, no sólo se ha visto afectada por la crisis sanitaria, además resintió la tormenta tropical Gamma, que dejó numerosos daños y damnificados a su paso. Pese a ello en todo el estado de Quintana Roo se encontraban alrededor de 40,900 turistas según datos de la Secretaría de Turismo Marisol Venegas.

 El panorama empeoró con inminente llegada del huracán Delta categoría 4 en la escala Safirr-Simpson, que impactaría en Cancún un importante puerto turístico del país, considerado como el más peligroso de los últimos tres lustros, con vientos de entre 150 y 240 kilómetros por hora y oleaje de 6 a 10 metros de altura, según el reporte del Servicio Meteorológico Nacional; declarándose oportunamente alerta roja.

Sin embargo, los tres órdenes de gobierno se encontraban preparados destacando una estrecha colaboración, a pesar de que el dirigente estatal arribó al gobierno por el Partido Acción Nacional, mientras que el Gobierno Federal y Municipal lo hicieron por MORENA.

En ese sentido el Gobierno Federal, que preside Andrés Manuel López Obrador, anunció la activación del plan de emergencia DN-III, disponiendo que la titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil, Laura Velázquez, y el titular de la Secretaría de Marina, José Rafael Ojeda, viajarán a Quintana Roo para su aplicación, instalando en Cancún el Centro de Mando de Protección Civil con las coordinaciones nacional y estatal, sumando al mandatario estatal Carlos Joaquín González, quien instruyó supervisar el traslado de la gente a los refugios y no salir después de las 17:00 horas.

Así mismo el presidente, ordenó movilizar a 5,000 agentes de Fuerzas Armadas y Guardia Nacional a la zona. Por su parte la CONAGUA estableció zona de prevención por vientos de huracán desde Dzilam, Yucatán, hasta Tulum, Quintana Roo, la 5ta región naval y la capitanía de puerto, aplicaron el plan marino en fase de prevención, cerrando la navegación a embarcaciones de menos de 40 pies.

Por su parte Mara Lezama Espinoza presidenta Municipal de Benito Juárez (Cancún) en destacada y estrecha comunicación con el Gobierno Estatal, comenzaron evacuaciones de turistas y residentes a espacios seguros. Se habilitaron 160 refugios, como el centro de convenciones con capacidad de albergar 1500 personas. Oportunamente la alcaldesa decretó ley seca, cancelación de actividades no esenciales, operativos para retirar basura, podar árboles y quitar objetos que pudieran convertirse en proyectiles por el viento.

Con giro benéfico, el fenómeno natural impactó con categoría 2, por lo que derivado de las acciones resilientes de los distintos órdenes Gubernamentales, hubo saldo blanco en vidas humanas, mientras que en el aspecto material hubo suspensión en el suministro de energía eléctrica y consecuentemente en el servicio de agua potable, por fallas del sistema de bombeo. Reluciendo la inmediata respuesta del Gobierno Municipal en coordinadamente con los cuerpos de seguridad, CONAGUA y CFE, que por la tarde reportaban 98% del restablecimiento de la energía y gradualmente el servicio de agua. No queda más que reconocer y aplaudir la coordinación y esfuerzo gubernamental para que Cancún este de Pie.