Debido a la reducción de casi todas las variables económicas (producción de bienes y servicios), durante el tercero y cuarto trimestre del 2021, México entró en una recesión

técnica, de acuerdo con economistas de diversos grupos financieros como Invex, Credit Suisse, Bank of America, entre otros, lo que significan números rojos en dos trimestres consecutivos.

En el trimestre de julio a diciembre hubo una contracción de 0.4 por ciento, mientras que en el trimestre de octubre a diciembre fue de 0.1 de acuerdo con datos que el mismo Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) emitió.

Lo que implica, que México tendrá una alta inestabilidad financiera durante este año, además de que el crecimiento será bajo o posiblemente negativo; especialistas consideran que no es una crisis, pero que, tras las secuelas económicas derivadas de la pandemia y no estamos pasando por un buen momento.

Otras de las causas por las que se ha llegado a esta recesión técnica, reconoce el INEGI es que cayó en terreno negativo el PIB (Producto Interno Bruto); y estudiosos reconocen que, además de la ola del COVID-19, que ha sido una causa, también han tenido que ver las reformas legislativas que se han hecho, primero en cuanto a los outsourcing, la reforma eléctrica (aunque el Congreso aún no decide si la aprueba, pero será decisiva para el crecimiento del país), la alta inflación y la incertidumbre que vivimos en cuanto a la política económica.

Sin duda el tema de la pandemia ha sido un punto fundamental que ha frenado la actividad económica y aunque muchos estados no han regresado al semáforo rojo, si ha influido en una normalidad en la vida económica de las personas, en especial en lo que ha sido este primer mes de 2022 ya que la variante Ómicron ha entrado arrasando y contagiando a casi un millón de personas de los que hubo 198 decesos asociados al virus, incrementando así la cifra desde el inicio a 306,091 a finales de enero.

Cabe resaltar que el estimado que se tenía del crecimiento del PIB era de 6.3%, y solamente fue del 5%, debajo de que el gobierno federal consideraba, y en lo que respecta para este año se visualiza únicamente un crecimiento de 1.5%, pues se considera que la recuperación sería en 2024 y en términos per cápita en 2036.

Es importante mencionar que el incremento que tuvo el PIB el año pasado fue debido a actividades primarias como la agricultura, pesca y ganadería, que aumentaron 2.9 %; las secundarias como construcción, generación y distribución de agua, gas y electricidad, minería e industrias manufactureras fue del 6.5 y las terciarias que es el comercio y los servicios fue del 4%.

Así con este dato se habla de que esto no se había visto desde la década de los 80, y el impacto será la falta de generación de empleos y la reducción en el gasto entre la población, por lo que las autoridades tendrán que tomar medidas de políticas públicas con la finalidad de mitigar los efectos que a provocado la pandemia por el COVID-19.