Siempre causa temor escuchar noticias como “recesión en la economía mexicana para el 2023”, con la cual nuestro país enfrentará
una dura inflación de por lo menos tres trimestres.
 
Lo anterior viene al caso de acuerdo con la información que la Moody´s Analytics, acaba de emitir sobre eventos desfavorables como altos precios de las materias primas; debilitamiento de la demanda interna ante la necesidad de una mayor restricción monetaria para abatir la alta inflación.
He de recordar que Moody´s Analytics es una cooperación que realiza investigaciones económicas en el mundo, relacionadas con el análisis crediticio, la gestión del rendimiento, la modernización financiera, el análisis estructurado y la gestión del riesgo financiero.
Y fue el director para América Latina de esa empresa Alfredo Coutiño quien dijo: “dada la creciente probabilidad de una recesión global en los próximos 12 meses. México no podría evitar una contracción económica causada por una recesión en los Estados Unidos. En este escenario, México enfrentaría una prologada inflación y una recesión con duración de tres trimestres”.
 
Con estas palabras, los mexicanos habremos de vivir un decrecimiento de la actividad económica, el cual considera que será de nueve meses, puede ser menor o mayor, y con ello el Producto Interno Bruto (PIB) a no contar con materias primas los bienes y servicios producidos serán menores, creándose además desempleo a finales de 2022.
 
También consideran que habrá choques de oferta, una demanda interna débil por el alza de precios y servicios, y aumento en las tasas de interés, atribuyendo además todo ello a la desaceleración económica del país del norte.
Consideran que solo habrá un crecimiento económico del 1.8 por ciento, pero para el próximo año la economía se contraerá en 1.7 por ciento, con una caída acumulada de 3.4 por ciento entre el segundo y cuarto semestre de 2023; y no será hasta 2024 cuando volvamos a ver la luz.
Solo se espera que los bancos que están en nuestro país lleven a cabo políticas monetarias expansivas que consisten principalmente en reducir las tasas de interés, lo que resulta casi imposible; pues solo así se estimula el crédito, el consumo y la inversión, como ha sido el caso de otros países que han atravesado recesión económica.
 
Por parte del gobierno deberán buscar políticas fiscales y monetarias que ayuden a sus ciudadanos para no caer en la desesperación y poder enfrentar las afectaciones que tenga la economía, suavizando así el impacto.
Y nosotros, entre otras cosas se habla primero de mantenerse en el trabajo actual, no son tiempos de cambios; cubrir las necesidades con efectivo o bien a corto plazo; no endeudarse; reequilibrar la economía personal y abstenerse de riesgos de inversión; el ahorro es siempre una opción y en caso de perder el trabajo con lo ahorrado se trataría de vender lo menos necesario y así mantenerse mientras pasa la crisis; pagar los créditos puntualmente; y siempre diversificar las fuentes de ingresos; pero principalmente reducir gastos.
 
Eduardo Blanco.