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     A inicios del presente año, se anunció en un hecho inédito, derivado de las reformas a sus estatutos, la apertura dentro del Partido Acción Nacional para que su militancia pudiera elegir a su Dirigencia Nacional; hay que recordar que esto se hacía antes en una asamblea reducida donde se reunían y votan por el Presidente y Secretario General. Para tal efecto se creó la Comisión

Nacional Organizadora de Elecciones, encabezada por el mexiquense FRANCISCO GARATE CHAPA y a partir de ese momento, CECILIA ROMERO gobernó los días de transición del blaquiazul, en sustitución de GUSTAVO MADERO MUÑOZ.

     La formulas y equipos, ya probados, y conocidos se hicieron presentes en GUSTAVO MADERO, quien buscaba la reelección como Presidente Nacional y ERNESTO CORDERO ARROYO ex Secretario de Hacienda y Crédito Público en el sexenio de FELIPE CALDERÓN pretendía ocupar la responsabilidad para su grupo político.

Cada uno llegó a la contienda matizado por sus acciones y por su pasado, el primero de ellos, meses antes fue actor dentro del “Pacto por México” ganándose el “mote” de cómplice del actual Gobierno Federal por impulsar al lado de otras fuerzas políticas las reformas constitucionales aprobadas el año pasado; por su parte, CORDERO siempre fue más recordado por su postulación como precandidato a la presidencia de la república, impulsado desde entonces y hasta el día de hoy por su quien fuera su jefe inmediato.

     Las tendencias desde el inicio de la campaña azul se mantuvieron, la fórmula de GUSTAVO MADERO y RICARDO ANAYA siempre aventajaron en encuestas a ERNESTO CORDERO Y JUAN MANUEL OLIVA, por lo que el resultado del día 18 de mayo NO FUE SORPRESIVO, por lo que de antemano los dos meses de campaña siempre fueron “la crónica de una derrota anunciada”.

La posición “visceral” de descalificaciones y campaña “negra” por la que siempre ha optado el hoy Senador Plurinominal, no le fueron estrategias suficientes para lograr su cometido, por lo que los militantes panistas reeligieron a GUSTAVO A. MADERO, dejando fuera de cualquier posibilidad de regreso al equipo DE FELIPE CALDERÓN.

El electorado panista, tuvo que elegir entre el representante de un régimen decadente encabezado por CORDERO, y entre otro que optó en su momento por la concordia y la solidaridad en pro de mejores leyes para este país.

Será el paso de los días aquel que nos revele el proceder de LA NUEVA DIRIGENCIA en este nuevo mandato, sus próximas decisiones mostraran si esa disposición constructiva que tuvo el año pasado y que sin duda alguna fue factor determinante en su reelección, sigue en pie, o si es el momento de cambiar de estrategia, evidenciando una vez más esa típica conveniencia azul.